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Hable con su médico

junio de 2015

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Hable con su médico

Aproveche al máximo su cita

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Ilustración de una lista de preguntas para el médico.

Los pacientes y los proveedores de cuidado de la salud tienen una relación muy personal. Los médicos necesitan saber mucho sobre usted, su familia y su estilo de vida para bridarle la mejor atención médica. Y usted necesita hablar sin temor y plantear sus preguntas e inquietudes. Una comunicación clara y honesta entre usted y su médico puede ayudarles a ambos a tomar decisiones inteligentes sobre su salud.

Comience por ir preparado. Antes de su examen de salud, haga una lista de las preguntas e inquietudes que tenga. Lleve esta lista a su cita para no olvidarse de nada.

¿Tiene algún síntoma nuevo? ¿Observó efectos secundarios de los medicamentos? ¿Desea saber qué significa determinada palabra? No espere a que el médico mencione un tema determinado, porque él o ella podrían no saber qué es importante para usted. Plantee sus inquietudes.

"No existen las preguntas tontas en el consultorio del médico", dice el Dr. Matthew Memoli, médico de los NIH especializado en enfermedades infecciosas. "Hago todo lo que está a mi alcance para que mis pacientes se sientan cómodos al hacer preguntas, sin importar cuán tontas crean que son las preguntas".

Incluso si el tema parece delicado o vergonzoso, es mejor que sea honesto y franco con su proveedor de cuidado de la salud. Tal vez le resulte incómodo hablar sobre problemas sexuales, pérdida de memoria o temas intestinales, pero todos son temas importantes para su salud. Es mejor ser exhaustivo y compartir mucha información que estar callado o tímido y no expresar lo que piensa o siente. Recuerde que su médico está acostumbrado a hablar sobre todo tipo de temas personales.

Considere llevar con usted a un familiar o un amigo cuando vaya al médico. Su acompañante puede ayudarlo si hay diferencias culturales o idiomáticas entre usted y su médico. Si se siente inseguro sobre un tema, la otra persona puede ayudar a describir sus sentimientos o hacer preguntas en su lugar. También es útil tener la perspectiva de otra persona. A su amigo se le pueden ocurrir preguntas o puede plantear inquietudes que usted no había considerado.

Muchas personas buscan información sobre salud en Internet. Utilizan herramientas basadas en Internet para investigar sobre síntomas y aprender sobre diferentes enfermedades. Pero usted no puede diagnosticar su propia enfermedad o la de otra persona a partir de una búsqueda en Internet.

"Como médico, en lo personal no me molesta que las personas busquen información en Internet, pero deberían usar la información para planificar su visita al médico, no para autodiagnosticarse o tomar decisiones", dice Memoli. Pídale al médico que le recomiende sitios web o recursos específicos, para asegurarse de que obtiene información de una fuente confiable. Las agencias federales son algunas de las fuentes más confiables de información sobre salud en línea.

Muchos proveedores de cuidado de la salud ahora usan registros de salud electrónicos. Pregúntele a su médico cómo acceder a sus registros, para llevar un control de los resultados de las pruebas, los diagnósticos, los planes de tratamiento y los medicamentos. Estos registros también pueden ayudarlo a prepararse para la próxima visita.

Luego de su visita, si tiene dudas sobre cualquier indicación o tiene otras preguntas, llame o envíe un correo electrónico a su proveedor de cuidado de la salud. No espere hasta la siguiente visita para asegurarse de que entiende el diagnóstico, el plan de tratamiento o cualquier otra cosa que pueda afectar su salud.

Su cuerpo es complicado y hay muchas cosas a considerar; por lo tanto, asegúrese de hacer todo lo posible para aprovechar al máximo las visitas médicas.

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