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Lo que su nariz sabe

agosto de 2016

Artículo destacado

Lo que su nariz sabe

El sentido del olfato y su salud

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Ilustración de una nariz rodeada de cosas con olor intenso como una rosa, un ajo y el humo de un incendio.

El sentido del olfato enriquece su experiencia del mundo que lo rodea. Los diferentes aromas pueden cambiar su estado de ánimo, transportarlo a un recuerdo distante e incluso ayudarlo a crear lazos con sus seres queridos. La capacidad para oler también juega un papel clave en su salud. Si su capacidad olfativa se reduce, podría afectar su dieta y nutrición, su bienestar físico y su seguridad en la vida cotidiana.

Ya sea el café recién hecho, los pinos en un bosque o el humo de un incendio, las cosas que olemos son, en realidad, pequeñas moléculas liberadas por las sustancias que nos rodean. Cuando respiramos estas moléculas, ellas estimulan las células sensoriales especializadas en lo profundo de la nariz. Cada una de estas células sensoriales tiene un solo tipo de receptor de olor — una estructura en la célula que se prende de manera selectiva en respuesta a un solo un tipo de molécula "aromática" específica. En el ambiente hay más olores que receptores de olores hay en la nariz. Pero una determinada molécula puede estimular una combinación de estos receptores y así crear una representación única en el cerebro de un olor en particular.

"Se estima que la cantidad de olores que puede detectar una persona va de entre 10.000 y 100 mil millones, o incluso más," dice el Dr. Gary Beauchamp, investigador del gusto y el olfato del Monell Chemical Senses Center en Filadelfia. En la nariz tenemos diferentes combinaciones de células detectoras de olores, explica, por lo que cada persona tiene una sensibilidad a los olores muy diferente. "De hecho, cuando usted o yo olemos la misma cosa física, nuestras percepciones podrían ser muy diferentes," dice Beauchamp.

Dado que la información olfativa se envía a diferentes partes del cerebro, los olores pueden influir en muchos aspectos de nuestras vidas, como los recuerdos, el estado de ánimo y las emociones. Durante miles de años, se utilizaron plantas aromáticas en las prácticas de sanación de muchas culturas, como China, la India y Egipto antiguos. La aromaterapia, por ejemplo, busca usar aceites esenciales de flores, hierbas o árboles para mejorar el bienestar emocional y físico.

A la fecha, hay poca evidencia científica que apoye la efectividad de la aromaterapia para muchos problemas de salud. Sin embargo, los recuerdos de un olor pueden ser vívidos y duraderos, lo que podría tener un efecto positivo.

"La lavanda es un buen ejemplo, que se promociona como un olor relajante," dice Beauchamp. "Pero la pregunta es: ¿es un olor relajante porque hemos tenido experiencias pasadas con este olor en particular cuando estábamos relajados y, por lo tanto, aprendimos a asociar el uno con el otro?" Los científicos continúan examinando cómo los diferentes tipos de aromaterapia podrían afectar nuestra salud y nuestro bienestar.

El olfato también es importante para la percepción del gusto. Masticar la comida libera aromas que viajan de la boca y la garganta a la nariz. Sin el olfato, solo podríamos detectar 5 sabores básicos dulce, salado, amargo, ácido y umami (sabroso). Pero nuestro cerebro incorpora información tanto de los receptores del gusto como del olfato para crear la percepción de muchos sabores diferentes.

Algunas personas podrían pensar que han perdido el sentido del gusto si la comida les comienza a saber sosa, desabrida o un poco "rara." Pero, en realidad, lo que pueden haber perdido es su capacidad olfativa.

Muchas cosas pueden causar la pérdida del olfato. La nariz tapada, o un crecimiento inocuo en la nariz (llamado pólipo) pueden impedir que el aire y, por lo tanto, los olores, lleguen a las células sensoriales. Determinados medicamentos, como los antibióticos o las píldoras para la presión arterial, pueden alterar el olfato. Estos efectos suelen ser temporales. Su olfato debería volver a la normalidad una vez que se haya recuperado o que suspenda los tratamientos.

Pero algunas cosas pueden provocar una pérdida del olfato duradera. Una lesión en la cabeza o un virus, por ejemplo, a veces pueden dañar los nervios relacionados con el olfato. Además, su capacidad olfativa puede disminuir naturalmente a medida que envejece.

"La gran mayoría de las personas no sabe que tiene un problema con el sentido del olfato," dice Howard Hoffman, experto en salud pública de los NIH. Una encuesta nacional de salud y nutrición reveló recientemente que el 12% de los adultos tiene una disfunción olfativa. El problema aumenta con la edad, llegando a un 39% en las personas de 80 años o más.

"Los temas relacionados con la calidad de vida debido a la pérdida del olfato afectan a las personas de manera diferente según su situación," dice Hoffman. "Los efectos pueden ser enormes." La comida puede volverse menos disfrutable. Puede perder el interés en comer o cambiar sus hábitos alimenticios y consumir una dieta menos saludable.

Las personas que perdieron el sentido del olfato a veces tratan de aumentar el sabor agregando más sal o azúcar a la comida. Pero estos agregados podrían causar problemas a aquellos con riesgo de desarrollar enfermedades como presión arterial alta, enfermedad renal o diabetes. Si cree que la pérdida del olfato podría estar afectando su calidad de vida, hable con su médico.

La pérdida del olfato también puede ponerlo en peligro si no se da cuenta de los olores de "advertencia." La reciente encuesta nacional de salud y nutrición reveló que 1 de cada 10 personas no podía identificar el olor del humo, y aproximadamente el 15% no podía identificar el olor del gas natural. "A medida que las personas envejecen, esas tasas aumentan," dice Hoffman. En las personas de 70 años o más, el 20% no podía identificar el olor del humo y el 31% no podía reconocer el olor del gas.

"Con la edad, disminuye en cierta medida la habilidad de la nariz para oler, pero mucho más disminuye la capacidad del cerebro de reconocer los olores," dice el Dr. Davangere Devanand, de la Universidad de Columbia, experto en enfermedades neurodegenerativas y pérdida del olfato. "La razón principal parecería ser que el funcionamiento de las regiones del cerebro que participan en el olfato y la memoria se ven deterioradas a medida que envejecemos."

Pero los problemas con la capacidad olfativa podrían indicar más que un envejecimiento normal. A veces pueden ser un signo precoz de enfermedades graves como la enfermedad de Parkinson, la enfermedad de Alzheimer o la esclerosis múltiple. El grupo de Devanand actualmente está estudiando las relaciones entre las disfunciones olfativas y la enfermedad de Alzheimer.

Si la comida no huele o sabe como usted cree que debería, consulte a su médico. Los proveedores de cuidados de la salud pueden hacerle una prueba de identificación de olores del tipo "raspe y huela" para ayudar a determinar qué tipo de alteración olfativa podría tener. Esta prueba por sí sola no permite diagnosticar problemas de salud graves, pero puede aportar información importante cuando se utiliza junto con otras pruebas.

Puede ser que el olfato sea el más misterioso de los 5 sentidos, dice Beauchamp. "Sabemos bastante sobre la pérdida del olfato y podemos diagnosticarla bastante bien. Pero, en general, no tenemos tratamientos confiables y ampliamente aceptados" para los casos de pérdida del olfato de larga duración. Algunos estudios sugieren que el entrenamiento del olfato podría ayudar a mejorar la capacidad para discriminar e identificar olores. Podría estimular el crecimiento de nuevos receptores o mejorar la habilidad del cerebro para interpretar niveles bajos de olores, explica Beauchamp. Pero los investigadores todavía están aprendiendo si esto funciona y cómo.

Al igual que todos los sentidos, su sentido del olfato juega un papel importante en su vida. Si cree que está teniendo una pérdida del olfato o del gusto, consulte a un proveedor de cuidados de la salud. Puede haber maneras de resolver el problema. Si no es así, su médico puede ayudarlo a sobrellevar los cambios en el olfato y el gusto.

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