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¡Hora de nadar!

mayo de 2012

Artículo destacado

¡Hora de nadar!

Mantenerse saludable en la piscina y la playa

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Ilustración de una señal que dice (peligro, no nadar)

El verano es un buen momento para salir y divertirse en el agua. Pero las aguas recreativas que incluyen piscinas, lagos y océanos, a veces, pueden contaminarse con bacterias y virus. Nadar en aguas contaminadas puede enfermarlos a usted y a su familia.

Las enfermedades más comunes causadas por el agua contaminada son molestias estomacales e intestinales, generalmente con vómitos o diarrea. Puede contraer estas afecciones en la playa o incluso en piscinas tratadas adecuadamente, ya que el cloro no mata los gérmenes de inmediato. A veces, las personas ni siquiera se dan cuenta de que se enfermaron al nadar, porque pueden pasar entre 1 y 3 días hasta que aparezcan los síntomas. La mayoría de estas enfermedades no son peligrosas y desaparecen en unos días. Sin embargo, seguramente serían una gran molestia en sus planes de verano.

Las fuentes naturales de agua, como los lagos, ríos y océanos, a menudo se contaminan por la escorrentía de aguas pluviales. A medida que el agua de lluvia fluye sobre lugares como parques, jardines y granjas, puede recoger bacterias y virus de las heces de los animales. Luego, el agua se acumula en los desagües pluviales y puede estar expuesta a las tuberías de aguas residuales subterráneas con fugas. Finalmente, el agua fluye hacia la playa.

“Descubrimos que el agua de lluvia que se libera a las áreas de playa está extremadamente contaminada”, advierte la doctora Sandra McLellan, investigadora de la Universidad de Wisconsin-Milwaukee, financiada por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH). Su laboratorio rastrea las fuentes de contaminación del agua. “Busquemos las fuentes, las eliminemos y, luego, tendremos una playa más limpia en general”, señala.

El agua de lagos y océanos, cerca de las tuberías del desagüe de aguas pluviales, los lugares donde los desagües o las alcantarillas liberan sus contenidos, tiende a ser tranquila, poco profunda y cálida. Estas condiciones pueden parecer perfectas para los niños pequeños, pero también es un sitio ideal para el desarrollo de bacterias y virus. “Nunca se debe jugar cerca de tuberías y desagües de aguas pluviales”, advierte McLellan. Y si ha llovido en las últimas 24 horas, revise las señales de advertencia de la playa para ver si es seguro ir al agua.

Muchas playas públicas populares son sujetas a pruebas regulares para detectar contaminación. Los departamentos de salud generalmente buscan ciertos tipos de bacterias que son comunes en las aguas residuales. Si el conteo de estas bacterias es mayor que el límite recomendado establecido por la Agencia de Protección Ambiental (EPA) de los EE. UU., eso significa que es probable que al menos uno de cada 50 nadadores se enferme. Por lo general, los departamentos de salud cerrarán la playa hasta que esté limpia nuevamente.

La doctora Rachel Noble, investigadora de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill, estudia las bacterias que flotan de forma natural en las aguas costeras. Algunas de estas bacterias, incluidas algunas especies de Vibrio, son especialmente peligrosas para personas con ciertas afecciones médicas, como diabetes o enfermedad hepática. “Si tiene un sistema inmune comprometido y contrae una infección por Vibrio, los síntomas van a ser muy graves”, advierte la doctora Noble. Las infecciones pueden ser incluso mortales. Si padece una afección médica que afecte su sistema inmunitario, hable con su médico antes de dirigirse al agua.

Nuestros océanos y lagos compartidos son ideales para la diversión y la relajación. Sin embargo, nuestros hábitos en la tierra afectan la calidad de estos recursos preciosos. “Hacer cosas pequeñas, como recoger limpiar los desechos de su perro y reciclar el aceite, realmente ayudan a marcar la diferencia”, señala Noble. Averigüe a dónde va el agua de pluvial en su área. Con un poco de conocimiento, este verano podrá disfrutar del agua mientras se mantiene saludable.

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