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Cómo sobrevivir a la septicemia

agosto de 2014

Artículo destacado

Cómo sobrevivir a la septicemia

Domesticar una respuesta inmune mortal

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Ilustración de un paciente que recibe atención en una sala de hospital.

La mayoría de las personas nunca ha escuchado hablar de septicemia, o no sabe qué es. Sin embargo, la septicemia es una de las 10 principales causas de muertes por enfermedad en los Estados Unidos. La afección puede surgir de repente y progresar rápidamente, y con frecuencia es difícil de reconocer.

En el pasado, la septicemia se conocía comúnmente como "toxemia"; casi siempre era mortal. Hoy en día, incluso con tratamiento anticipado, la septicemia mata a aproximadamente 1 de cada 5 personas infectadas. Provoca síntomas como fiebre, escalofríos, respiración acelerada y confusión.

Cualquier persona puede sufrir una septicemia, pero los adultos mayores, los niños y los lactantes son los más vulnerables. Las personas con sistemas inmunitarios debilitados, quemaduras graves, traumatismos físicos o enfermedades prolongadas (como diabetes, cáncer o enfermedad hepática) también corren riesgos mayores.

En una época se creía que la septicemia surgía por un crecimiento excesivo de bacterias u otros gérmenes en el torrente sanguíneo. Ahora sabemos que la septicemia aparece debido a 2 factores: primero, una infección (por ejemplo, neumonía o una infección urinaria); segundo, una respuesta fuerte y dañina por parte del propio sistema inmunitario del cuerpo.

"Con la septicemia, la lucha entre la infección y la respuesta inmune del cuerpo convierte al cuerpo en un campo de batalla", cuenta el Dr. Derek Angus, médico terapista de la Facultad de Medicina de la Universidad de Pittsburgh (University of Pittsburgh School of Medicine). "En los casos de septicemia grave, esa lucha provoca el malfuncionamiento de órganos vitales, lo cual pone en peligro la vida de uno".

La septicemia grave puede dañar órganos esenciales, como el hígado y los riñones. Cuando la presión arterial baja repentinamente, ocurre un trastorno incluso más extremo, una afección conocida como choque septicémico. "Con un choque septicémico, la respuesta inmune que intenta combatir a la infección puede en verdad conducir a una disminución peligrosa de la presión arterial", explica Angus. A medida que la presión arterial baja, los tejidos necesitan más sangre oxigenada. Los órganos pueden fallar, lo que puede provocar la muerte.

Según los cálculos, la septicemia grave y el choque septicémico atacan a aproximadamente 1 millón de estadounidenses por año. Al menos 200.000 de ellos mueren en un hospital poco después del diagnóstico. Muchos de los que sobreviven se recuperan por completo. Sin embargo, otros sufren problemas duraderos, entre ellos, el daño permanente a órganos y dificultad para pensar (problemas para planificar, organizarse y hacer varias tareas a la vez).

Diversos tipos de infecciones pueden provocar septicemia. "Sin embargo, la causa más común de la septicemia es la neumonía adquirida en la comunidad", dice Angus. Los científicos todavía trabajan para comprender por qué ciertas personas con infecciones desarrollan un choque séptico o una septicemia grave, mientras que otras no.

Los investigadores están buscando nuevas maneras de diagnosticar, revertir o prevenir esta grave y costosa afección. El tratamiento contra la septicemia es más exitoso si se la detecta tempranamente y se la trata de inmediato con antibióticos para combatir la infección y fluidos para mantener la presión arterial.

En un importante estudio clínico sobre el tratamiento de septicemia, financiado por el NIH, Angus y sus colegas descubrieron que una estrategia relativamente simple evitaba muertes igual de bien que otros enfoques más complejos y costosos. "El estudio permitió aclarar que muchos de los pasos de tratamiento que estábamos usando son fundamentales, pero los pasos adicionales con procedimientos invasivos y sofisticados no siempre son necesarios para la supervivencia", explica Angus.

La septicemia es una emergencia sanitaria que requiere de atención médica veloz. Consulte con un médico o pida ayuda de emergencia si no se siente bien y presenta una combinación de los síntomas que figuran en el recuadro "Elecciones sabias".

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