Septiembre marca el regreso de la temporada de vuelta a clases. Después de tres meses de vacaciones de verano, los estudiantes regresan a las salas de clases para enfrentarse a horarios saturados, tareas académicas exigentes y la necesidad de equilibrar sus actividades extracurriculares. Para los adultos jóvenes, estos desafíos pueden generar sentimientos crecientes de estrés y ansiedad. Aunque son similares, el estrés y la ansiedad son dos cosas muy diferentes.

El estrés representa la respuesta emocional cotidiana a demandas o desafíos externos específicos. La ansiedad, en cambio, se manifiesta como una reacción del cuerpo al estrés, que puede producirse incluso cuando no hay amenazas inmediatas.

Control del estrés

El estrés es común, pero controlarlo puede ser difícil cuando se tienen que atender múltiples responsabilidades. A continuación compartimos algunos consejos para combatir el estrés durante el año académico.

• Practique la respiración profunda:
  • La respiración profunda es una técnica muy sencilla que las personas pueden usar en cualquier lugar. Esta habilidad puede ayudar a enviar señales al sistema nervioso.
  • La respiración abdominal puede realizarse colocando una mano en el abdomen y otra en la parte superior del pecho.
• Utilice la terapia de biorretroalimentación.
• Practique la meditación de atención plena:

A continuación compartimos un excelente recurso sobre el estrés del Centro Nacional de Salud Complementaria e Integral (NCCIH, por sus siglas en inglés) de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés):  https://www.nccih.nih.gov/health/espanol/estres

Control de la ansiedad

Si el sentimiento de ansiedad persiste durante largos períodos y empieza a afectar a la vida de una persona, puede convertirse en un problema de salud. La ansiedad puede tener importantes repercusiones en el sueño, la nutrición y la fertilidad, entre otros aspectos de la salud. Las personas que tienen ansiedad durante mucho tiempo, suelen tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades mentales, como un trastorno de ansiedad o depresión.

Uno puede reducir la ansiedad aprendiendo de dónde viene el estrés y utilizando técnicas para sobrellevarla, que pueden ayudarle a mejorar su vida diaria. Algunas técnicas son:

• Mantener un diario de vida.
• Descargar aplicaciones para celulares inteligentes sobre respiración profunda y meditación de atención plena.
• Hacer ejercicio, alimentarse regularmente y tener una alimentación sana.
• Mantener un ciclo regular de sueño.
• Evitar el exceso de cafeína.
• Reconocer los pensamientos negativos o inútiles, y cuestionarlos.
• Mantener contacto con familiares o seres queridos.

Comprender la diferencia entre el estrés y la ansiedad es fundamental para el control y el tratamiento eficaces. Consultar a un profesional de cuidado de salud puede ayudar a tratar ambas afecciones adecuadamente. Lea más sobre el estrés y la ansiedad aquí: https://www.nimh.nih.gov/health/publications/espanol/estoy-tan-estresado