Los cálculos renales son comunes. Afectan por lo menos una vez en sus vidas a alrededor del 11% de los hombres y a un 6% de las mujeres. La primera señal podría ser un dolor agudo en su espalda, en la zona inferior del abdomen o en la ingle. Otras señales incluyen sangre en su orina, dolor al orinar o una urgencia constante para orinar.

Los cálculos renales pueden desarrollarse cuando su orina tiene altos niveles de ciertos minerales. Estos minerales pueden crear fragmentos similares a piedrecillas en uno o ambos riñones. Los cálculos renales producidos pueden tener bordes suaves o aserrados. Sus tamaños pueden fluctuar desde tan pequeños como un grano de arena hasta tan grandes como una perla. Los cálculos renales pequeños pueden ser eliminados del cuerpo a través de su orina con poco o nada de dolor. Pero los cálculos renales más grandes pueden quedar atascados y bloquear el flujo de orina. Este bloqueo puede ser doloroso. El tratamiento generalmente se basa en el tamaño, ubicación y tipo de mineral que formó el cálculo.

Los proveedores de cuidado de salud podrían sugerir que usted beba mucho líquido para ver si eso ayuda a desplazar el cálculo renal. Si un cálculo está atascado, los doctores podrían intentar romperlo en pedazos más pequeños. Una técnica llamada litotricia usa poderosas ondas de sonido para romper los cálculos renales para que puedan ser eliminados con su orina. Otras técnicas también pueden romper o remover cálculos renales grandes.

Una vez que usted ha tenido cálculos renales, corre el riesgo de desarrollarlos nuevamente. Cambios en su alimentación, beber más líquidos y tomar ciertos medicamentos pueden ayudar a prevenir la formación de las piedrecillas. Aprenda más sobre los cálculos renales.