Con cada respiración, sus pulmones captan el oxígeno que nos da vida. El oxígeno entonces viaja a través de su sangre a cada célula de su cuerpo. Con cada exhalación, sus pulmones expulsan dióxido de carbono, el desecho producido cuando sus células queman energía. Si algo no está funcionando en su respiración, puede impactar a todo su cuerpo y a su vida diaria.

Muchos síntomas distintos pueden indicar la existencia de un problema pulmonar. Usted podría tener tos, respiración silbante o falta de aliento. Su pecho puede sentirse tenso, como si alguien lo estuviera presionando o como si estuviera sentado en él. Podría sentir que es difícil respirar profundamente. Podría fácilmente sentir falta de aliento, o sentirse cansado todo el tiempo.

A veces estos síntomas son temporales. Pueden ser causados por cosas como el estrés, las alergias o las infecciones. Pero si usted tiene síntomas pulmonares que duran más de unas pocas semanas, es importante que hable con su doctor. Estos síntomas podrían indicar la existencia de una enfermedad pulmonar crónica.

Su riesgo de desarrollar enfermedades pulmonares crónicas podría ser mayor si usted hereda ciertos genes de sus padres. Pero muchas personas que desarrollan una enfermedad crónica pulmonar no tienen factores genéticos de riesgo. La exposición a ciertos factores ambientales, como el humo de los cigarrillos, el polvo y la polución, puede también incrementar su riesgo.

La buena noticia es que usted puede tomar medidas para prevenir muchas enfermedades crónicas pulmonares. Si estas se desarrollan, diagnosticarlas y comenzar el tratamiento tempranamente puede mejorar su calidad de vida. Los investigadores también están probando mejores formas de identificar y tratar estas afecciones de salud.

Flujo de aire bloqueado

Los tipos más comunes de problemas crónicos pulmonares son llamados enfermedades obstructivas de los pulmones. El asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC, o COPD, por sus siglas en inglés) son las más comunes de este tipo.

En las enfermedades obstructivas pulmonares, “el flujo de aire es el problema”, explica el doctor Andrew Lipton, director médico del laboratorio sobre función pulmonar de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). “Es difícil que el aire ingrese o salga de los pulmones”.

En el asma, la inflamación de los pulmones hace que las vías aéreas sean más angostas de lo normal. También se vuelven muy sensibles a cosas como el polvo y el polen. El asma se desarrolla más a menudo durante la infancia.

El asma puede impactar su vida diaria. Un ataque de asma puede dificultar la respiración por horas o días. Un ataque puede incluso llevar a la necesidad de ir a un hospital y a veces puede ser fatal.

Sin embargo, “si usted toma sus medicamentos [según las instrucciones]”, dice la doctora Kathryn Blake (una investigadora del asma de la organización Nemours Children’s Health), “la mayoría de las personas puede virtualmente estar libre de síntomas”.

Manejar los síntomas puede ayudar a los niños y adultos a hacer cosas que disfrutan, como los deportes, agrega la doctora Blake. Sin embargo, muchos adolescentes y adultos jóvenes con asma no usan sus medicamentos correctamente. La confusión sobre cuándo tomar los medicamentos puede jugar un papel, dice Blake. O los adolescentes pueden olvidar tomarlos cuando están ocupados. Otros factores como la presión de sus pares pueden agregar dificultad.

“Los adolescentes no quieren ser vistos como que son diferentes”, ella dice. “No quieren llamar la atención. Prefieren limitar sus actividades en vez de sacar y usar sus inhaladores”.

Blake y su equipo están probando si las conversaciones periódicas por video con un farmacéutico pueden ayudar a los adolescentes a tomar más regularmente sus medicamentos para el asma.

“Es como tener un tutor”, dice. “Es simplemente alguien disponible para ayudarle y determinar qué problemas están afectando a su cuidado de salud”.

Algunos niños superan el asma, dice Blake. Pero muchos no lo hacen. Si usted no trata su asma, probablemente los síntomas empeorarán a través del tiempo.

En la enfermedad pulmonar obstructiva crónica, los tubos que llevan el aire hacia adentro y afuera de los pulmones se bloquean parcialmente. Fumar es el factor de riesgo más importante para la enfermedad. Sin embargo, alrededor de una de cada 4 personas que desarrollan la enfermedad pulmonar obstructiva crónica nunca han fumado.

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica empeora con el tiempo. Sin embargo, los tratamientos pueden retrasar su progreso y hacer que usted se sienta mejor. Los medicamentos pueden ayudar a algunas personas a respirar más fácilmente. Otros pueden beneficiarse de los tratamientos de oxígeno o de los programas de rehabilitación. Los investigadores financiados por los NIH están estudiando si tratar la enfermedad pulmonar obstructiva crónica más tempranamente puede ayudar a las personas a vivir más tiempo. También están trabajando en nuevos medicamentos que pueden detener y evitar que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica empeore.

Respiración restringida

Otro grupo de enfermedades pulmonares son llamadas enfermedades pulmonares intersticiales. En estas enfermedades, el tejido pulmonar puede inflamarse o volverse rígido, o puede cicatrizarse debido al daño. Esto evita que sus pulmones pueden expandirse totalmente cuando usted respira. “Todas estas cosas reducen el volumen de los pulmones”, explica Lipton.

Tratar las enfermedades pulmonares intersticiales puede ser complicado, porque la causa no siempre puede ser encontrada, explica el doctor Kevin Flaherty, un experto en enfermedades pulmonares de la Universidad de Michigan. “Pero si podemos encontrar la causa, entonces podemos enfocarnos en esta”, dice. Por ejemplo, dar tratamiento para otra enfermedad que está causando el daño debido a la cicatrización en los pulmones puede ayudar.

Desafortunadamente, la causa de una enfermedad pulmonar intersticial común, llamada fibrosis pulmonar idiopática (IPF, por sus siglas en inglés) es desconocida. Las personas mayores de 50 años, hombres, y las personas que fuman tienen más probabilidad de desarrollarla. Algunas personas pueden vivir por años con la enfermedad. Pero en otras, esta afección de salud empeora rápidamente. Hay medicamentos disponibles que pueden desacelerar la cicatrización pulmonar a través del tiempo. Pero los investigadores están buscando mejores tratamientos.

Más de una década atrás, un estudio financiado por los NIH encontró que suprimir el sistema inmunitario no ayudaba a las personas con IPF. El estudio también evaluó un antioxidante para tratar ciertas enfermedades pulmonares. Sin embargo, tampoco pareció proporcionar ningún beneficio.

Recientemente, los investigadores analizaron muestras biológicas de pacientes que participaron en ese estudio. Encontraron diferencias genéticas entre los pacientes, lo que podría haber afectado la eficacia del tratamiento. Los pacientes con cierto cambio genético parecieron haberse beneficiado por el tratamiento. Aquellos sin el cambio genético no mostraron beneficios ni efectos perjudiciales producto del tratamiento.

Los NIH están ahora financiado un ensayo clínico para ver si los pacientes con ciertos factores genéticos pueden beneficiarse de los tratamientos antioxidantes. Si funciona, este sería el primer tratamiento personalizado para la IPF, explica Flaherty.

Por ahora, hay muchas cosas que usted puede hacer para reducir su riesgo de desarrollar una enfermedad pulmonar crónica. Vea la sección de “Elecciones sabias” para encontrar consejos para mantener a sus pulmones lo más sanos posibles.

Si usted tiene síntomas de problemas pulmonares, hable con su doctor. Muchas pruebas de diagnóstico de las enfermedades crónicas pulmonares son simples. Algunas pueden realizarse incluso en el consultorio de su doctor habitual. Tratar estas enfermedades de forma temprana puede ayudarle a permanecer más saludable por más tiempo.