Los investigadores desarrollaron un enfoque que podría ayudar a identificar pacientes que tienen altas probabilidades de intentar suicidarse. La técnica experimental aún debe ponerse a prueba en grupos de personas más numerosos para evaluar su efectividad.

Los científicos desde hace mucho tiempo buscan medios confiables para identificar a aquellas personas con riesgo de suicidio, el cual se cobra la vida de aproximadamente 40.000 estadounidenses al año. Algunos investigadores están desarrollando cuestionarios que miden la probabilidad de que alguien se suicide. Otros están buscando pistas moleculares en la sangre.

Un equipo de investigadores financiados por los NIH decidió combinar estos dos métodos. Para identificar las pistas moleculares, estudiaron a 217 pacientes psiquiátricos de sexo masculino que habían estado internados varias veces en el centro médico. Las entrevistas ayudaron a los científicos a identificar 37 pacientes cuyos pensamientos suicidas habían aumentado entre una internación y la siguiente. Los análisis de sangre encontraron distintos niveles de moléculas entre una internación y la otra. Luego, los científicos midieron estas moléculas en las muestras de sangre de 26 hombres que se habían suicidado.

El equipo también desarrolló dos aplicaciones que utilizan cuestionarios para medir el riesgo de suicidio. Las aplicaciones recogen información sobre el estado emocional, la salud mental y las situaciones ocurridas en la vida del paciente. Ambas aplicaciones fueron capaces de predecir pensamientos suicidas en más del 85% de las veces. Los investigadores combinaron los cuestionarios con las moléculas en la sangre de mayor capacidad predictiva para crear una herramienta llamada UP-Suicide.

En grupos separados de pacientes psiquiátricos, la herramienta UP-Suicide predijo con una exactitud del 92% qué pacientes tendrían pensamientos suicidas graves en el futuro. También predijo con una exactitud del 71% qué pacientes serían hospitalizados como consecuencia de comportamientos suicidas en el año siguiente a la realización de la prueba.

"Creemos que la aplicación generalizada de pruebas de predicción de riesgo basadas en estos hallazgos durante las evaluaciones de salud permitirá a los médicos intervenir con cambios de estilo de vida o tratamientos que podrían salvar vidas", dice el investigador principal, el Dr. Alexander B. Niculescu, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Indiana.

Dado que el equipo estudió únicamente a pacientes psiquiátricos hombres, es necesario realizar investigaciones adicionales para comprender la efectividad de este enfoque para predecir los pensamientos y los comportamientos suicidas en otros grupos poblacionales, como las mujeres y las personas que no son pacientes psiquiátricos.