Proteja sus tendones
junio de 2014
Artículo destacado
Proteja sus tendones
Cómo prevenir el dolor de la tendinitis
Usted probablemente ha oído hablar de las lesiones deportivas, tales como el codo de tenista o la rodilla de saltador. Estos son sólo 2 ejemplos de la tendinitis, una afección dolorosa causada por el uso y esfuerzo excesivo de las articulaciones en el cuerpo.
Los tendones son las bandas de tejido resistentes pero flexibles que conectan los músculos con los huesos. Usted tiene unos 4.000 tendones en todo su cuerpo. Los tendones hacen posible que usted pueda doblar la rodilla, girar el hombro y agarrar con la mano.
La tendinitis es la inflamación de un tendón. (Cuando vea "itis" al final de una palabra médica significa inflamación). En la tendinitis, el tendón se inflama y puede rozar el hueso, haciendo que el movimiento sea doloroso.
La tendinitis generalmente se presenta por un movimiento repetido, el estrés o lesiones en ciertos músculos o articulaciones. Una lesión deportiva o relacionada con el trabajo es una forma común de que se produzca la tendinitis, pero cualquier persona puede tener la afección. El riesgo de sufrir de tendinitis también aumenta con la edad. "Los tendones pierden la salud a medida que envejecemos y nos volvemos menos capaces de manejar la carga", señala el doctor Evan Flatow, un Ortopedista del Hospital Mount Sinai Roosevelt en Nueva York.
Cualquier actividad que requiera girar la muñeca o agarrar con la mano en forma repetitiva, saltar o doblarse, tirar, empujar o levantar puede irritar los tendones. Algunos de los lugares más comunes en que se produce la afección son los hombros, los codos, las manos, las muñecas, las rodillas y los tobillos. Los jardineros, carpinteros, músicos y otras personas cuyo trabajo produce tensión regularmente en los mismos tendones tienen mayor riesgo de desarrollar tendinitis.
Si se trata a tiempo, la tendinitis es generalmente una afección de corta duración. Pero puede volver si el tendón se agrava una y otra vez. Si la tendinitis sigue afectando la misma área por mucho tiempo, el tendón puede debilitarse y rasgarse o romperse.
Si usted tiene dolor o hinchazón — y sobre todo si no puede mover una articulación en absoluto — establecer claramente las áreas exactas de la inflamación. También puede obtener una resonancia magnética o rayos X para comprobar si hay un desgarro en el tendón o para descartar otras enfermedades, como la artritis.
El primer paso en el tratamiento de la tendinitis es reducir el dolor y la hinchazón. Asegúrese de que el tendón inflamado descanse para que pueda sanar. "Tenemos que romper el ciclo de inflamación para permitir que la terapia funcione", señala Flatow. Un médico puede recetarle medicamentos para aliviar la inflamación (como la aspirina o el ibuprofeno), inyectarle esteroides o entablillarle o colocarle una abrazadera. Luego puede hacer ejercicios suaves para ayudar a fortalecer el tendón.
Si el tendón se desgarra puede ser necesario realizar una cirugía para reparar el daño. Los investigadores financiados por los NIH, tales como Flatow, están trabajando para desarrollar nuevas formas de reparar y regenerar los tendones sin cirugía.
La actividad física regular ayuda a mantener fuertes los músculos, los huesos y los tendones y puede reducir el riesgo de sufrir lesiones y tendinitis. Pero debe tener cuidado de no exagerar para no lesionarse.
"Mantenga las articulaciones flexibles", aconseja Flatow. "Haga calentamiento y estiramiento antes de la actividad física para prevenir una lesión repentina". Cuide sus tendones de manera que usted pueda mantenerse sin dolor al doblar y flexionar sus músculos hasta bien entrada la vejez.
Un especialista que trata las lesiones y trastornos del esqueleto, incluyendo los de los músculos y tendones. También se le llama cirujano ortopédico.
Elecciones sabias
Prevención de la Tendinitis
- Haga ejercicio regularmente para fortalecer los músculos que rodean las articulaciones
- Inicie nuevas actividades o rutinas de ejercicio lentamente y aumente poco a poco la intensidad
- Coloque su cuerpo en la posición correcta al realizar las tareas diarias
- Tome descansos frecuentes al hacer ejercicios y movimientos repetitivos
- Detenga las actividades que causan el dolor
- Utilice una almohadilla, guantes o cinta de agarre para amortiguar las articulaciones mientras se utilizan herramientas y equipos deportivos