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Sentirse fuera de lugar

diciembre de 2017

Edición especial: Adultos mayores

Sentirse fuera de lugar

Los dolores de la artritis

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Ilustración de una mujer agarrando su muñeca después de rastrillar las hojas

Muchas personas comienzan a sentir dolor y rigidez en las articulaciones a medida que envejecen, a menudo cuando tienen entre 45 y 50 años. Esto se llama artritis y es una de las enfermedades más comunes en todo el país. Puede pensar que es una enfermedad de la vejez, pero la artritis puede afectar a los adultos jóvenes e incluso a los niños. En los últimos años, los científicos han progresado rápidamente en la comprensión de las muchas causas de la artritis. También han logrado grandes avances en el desarrollo de nuevos tratamientos efectivos para muchas formas de la enfermedad.

¿Qué es exactamente la artritis? “Artr” significa articulación e “itis” significa inflamación, es decir, calor, hinchazón y enrojecimiento. Pero la inflamación de la artritis no siempre es algo que pueda ver.

“Algunos tipos de artritis son muy inflamatorios y otros no tanto. Pero todos involucran un elemento de inflamación”, explica la Dra. Joanne M. Jordan de la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill.

La artritis viene en muchas formas. De hecho, hay más de 100 tipos, cada uno con sus propios síntomas y tratamientos. La forma más común de artritis es la osteoartritis.

La osteoartritis ocurre cuando el cartílago, el tejido que amortigua los extremos de los huesos dentro de las articulaciones, se descompone y se desgasta. Afecta los dedos, las rodillas y las caderas, con mayor frecuencia.

La osteoartritis puede seguir a una lesión en una articulación. Por ejemplo, años después de haberse lesionado una rodilla mientras jugaba al fútbol, es posible que tenga osteoartritis en esa rodilla. Una vez que ha sufrido una lesión grave en la articulación, es importante que tenga cuidado con el tipo de actividades que realiza.

“Debe estar activo porque, irónicamente, estar activo puede ayudar a prevenir enfermedades”, dice el Dr. David Felson de la Universidad de Boston. “Pero trate de no estar activo de una manera que pueda hacer que su articulación vuelva a ser vulnerable a las lesiones”.

En su mayor parte, los investigadores no saben mucho sobre cómo y por qué ocurre la osteoartritis. Las mujeres tienden a tenerla más a menudo que los hombres. Todos tienden a tenerla a medida que envejecen.

“Muchos factores que afectan la osteoartritis son cosas que usted no puede controlar, como la edad y su sexo”, dice Felson.

Pero algunos factores de riesgo están bajo su control, incluido su peso. “Incluso las personas con sobrepeso moderado tienen un aumento en la osteoartritis de rodilla”, dice Felson.

Muchos tratamientos están disponibles para la osteoartritis. Hable con su médico sobre los ejercicios que pueden ayudar y las actividades que debe evitar. Varios medicamentos para el dolor y antiinflamatorios están disponibles con o sin receta.

“Los tratamientos que quizás sean los más prometedores para la osteoartritis en este momento —dice Felson— involucran formas de bloquear el dolor”. Los investigadores también están trabajando en otros enfoques, que incluyen rutinas de ejercicio y dispositivos que alteran la alineación de sus articulaciones. Para casos severos de osteoartritis, los científicos han desarrollado cirugías mejoradas para reemplazar las rodillas y las caderas.

Otro tipo común de artritis es la gota. La gota generalmente afecta el dedo gordo del pie, pero muchas otras articulaciones pueden estar involucradas. Es causada por cristales en forma de aguja que se acumulan en las articulaciones.

Las personas con gota pueden tratar de evitar ciertos alimentos, como el hígado, la carne de res, las anchoas y la salsa de carne, porque estos pueden provocar un ataque de gota en algunas personas. Estos alimentos son ricos en moléculas llamadas purinas, que se descomponen en su cuerpo y, en última instancia, pueden contribuir a la formación de cristales. Beber alcohol, tener sobrepeso y tomar ciertos medicamentos pueden empeorar la gota. En personas mayores, algunos medicamentos para la presión arterial también pueden aumentar la posibilidad de un ataque de gota.

Su médico podría hacer análisis de sangre y radiografías para determinar si tiene gota. Si se le diagnostica gota, puede tratarse de diferentes maneras, a menudo en combinación.

Un tipo muy diferente de artritis se llama artritis reumatoide. A diferencia de la osteoartritis y la gota, que afectan determinadas articulaciones, la artritis reumatoide puede afectar a todo el cuerpo. Surge cuando su sistema inmune ataca por error sus propias articulaciones. Eso puede causar dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de función en las articulaciones y los huesos, con mayor frecuencia en las manos y los pies. La artritis reumatoide también puede afectar sus órganos y sistemas internos. Puede sentirse enfermo o cansado o tener fiebre.

Las pruebas de laboratorio para cierta actividad del sistema inmune pueden confirmar si usted tiene artritis reumatoide. La buena noticia es que ahora hay medicamentos no solo para controlar el dolor y la inflamación, sino también para ralentizar o detener el daño en las articulaciones.

“Una gran cantidad de nuevos tratamientos que han surgido en los últimos 10 a 15 años han revolucionado el tratamiento de la artritis reumatoide”, dice Jordan.

Algunos medicamentos para la artritis reumatoide interfieren con la actividad del sistema inmunitario. Al interrumpir los eventos que conducen a la inflamación, estos medicamentos ayudan a bloquear la inflamación y prevenir el daño estructural a las articulaciones.

“Si le piensa que podría tener artritis reumatoide, es importante que consulte al médico pronto”, aconseja Felson. “Sus articulaciones pueden dañarse por el proceso de la artritis y ese daño no puede revertirse, por lo que es importante recibir el tratamiento lo antes posible”.

Los investigadores continúan explorando qué causa la artritis. Una mejor comprensión de los factores involucrados podría conducir a nuevos enfoques de tratamiento. Los genes juegan un papel importante en muchos tipos de artritis. Por ejemplo, los científicos han vinculado ciertos genes del sistema inmune con una tendencia a desarrollar artritis reumatoide. Los genes implicados en cómo se procesa el ácido úrico se han relacionado con la gota.

Para la osteoartritis, Jordan estima que hasta un 30% a un 60% de su riesgo puede estar en los genes que heredó de sus padres. “La parte difícil, sin embargo, es que no es un solo gen”, explica Jordan. “Son muchos genes diferentes que interactúan entre sí y con el medio ambiente para causar la enfermedad”.

Los investigadores también están analizando otros factores de riesgo, como exposiciones relacionadas con el trabajo y metales pesados, como el plomo, en el medio ambiente. Han estado desarrollando mejores formas de mirar dentro de las articulaciones también.

Si siente dolor y rigidez en sus articulaciones, no dude en hablar con su médico. Cuanto antes actúe, mejor podrá prevenir daños en sus articulaciones. Averigüe qué está causando sus problemas ahora y conozca sus opciones.

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