El lenguaje distingue a los humanos de otras especies. Lo usamos constantemente para decirnos unos a otros lo que sentimos, pensamos y necesitamos.

Perder la capacidad de comunicarse puede ser devastador; eso es lo que provoca una afección llamada afasia. La afasia ocurre cuando una parte del cerebro que ayuda a procesar el lenguaje está dañada.

La causa más común de afasia es el accidente cerebrovascular. Sin embargo, una lesión en la cabeza, una infección, un tumor cerebral y otros trastornos cerebrales también pueden causar esta afección. Cada año, casi 180,000 personas en los E.E U.U. desarrollan afasia.

Los diferentes tipos de afasia pueden afectar el lenguaje de distintas maneras. Por ejemplo, las personas con afasia de Wernicke aún pueden hablar. Sin embargo, producen oraciones largas que no tienen sentido y a menudo no son conscientes de sus errores. Las personas con afasia de Broca entienden la mayoría de enunciados y saben lo que quieren decir, pero tienen dificultades para producir aunque sea unas pocas palabras.

Otros tipos de afasia afectan la lectura, la escritura y otros aspectos de la expresión y la comprensión del lenguaje. El tipo depende de qué área del cerebro está dañada.

“El lenguaje no se encuentra en un solo lugar en el cerebro. En realidad está distribuido”, señala la Dra. Leora Cherney, investigadora de afasia financiada por los NIH en el Shirley Ryan AbilityLab.

Eso es útil para la recuperación porque el cerebro a menudo puede ser entrenado para usar diferentes partes para procesar el lenguaje de nuevas maneras. “El lenguaje puede pensarse como un circuito eléctrico”, explica Cherney. “Si uno interrumpe una parte del circuito, puede crear vías para volver a conectarlo”.

Los profesionales de la salud llamados patólogos del habla y el lenguaje pueden ayudar a las personas con problemas de habla, lenguaje y otros problemas relacionados a volver a entrenar sus cerebros. La terapia puede comenzar muy pronto después de la pérdida del lenguaje.

“Para obtener mejores resultados, lo mejor es comenzar de inmediato a trabajar con la persona que tiene afasia”, señala Cherney.

Algunos tipos de terapia para la afasia se centran en volver a aprender una palabra a la vez. Cherney y otros investigadores han estado probando un tipo de terapia del habla distinto, llamada capacitación a partir de guiones. Esta técnica implica repetir oraciones o incluso conversaciones completas una y otra vez.

“Aplicamos esta capacitación de manera muy intensiva, durante horas al día”, agrega Cherney. “Cada vez hay más investigaciones que demuestran que la práctica intensiva es importante para reprogramar el cerebro”.

Los investigadores, incluida Cherney, también están probando el uso de la estimulación cerebral además de terapia del habla y el lenguaje. Utilizan imanes o electrodos colocados en la cabeza para alterar temporalmente la actividad cerebral.

Incluso con tratamiento, algunas personas con afasia no podrán recuperar sus habilidades lingüísticas. Sin embargo, pueden beneficiarse al aprender otras estrategias de comunicación, como usar gestos o dibujar, señala Cherney.

La tecnología también puede ayudar. “Un teléfono inteligente puede ayudar a facilitar la comunicación de muchas formas”, explica Cherney. “Por ejemplo, puede tomar una foto en su teléfono. Eso puede ayudar a las personas a comprender el tema que desea comunicar”.

Aunque la afasia afecta el lenguaje, Cherney enfatiza que no afecta la inteligencia. Incluso aunque su ser querido tenga dificultades para comunicarse, aún puede ser parte de la conversación. Vea el cuadro de Decisiones inteligentes para obtener consejos.