El ejercicio aporta beneficios óseos que perduran
mayo de 2014
Cápsula de salud
El ejercicio aporta beneficios óseos que perduran
Un nuevo estudio demuestra que la construcción de hueso cuando se es un adulto joven puede tener beneficios para toda la vida. La investigación también confirmó que la actividad física a medida que envejecemos puede ayudar a mantener la fuerza ósea.
El hueso es un tejido vivo. Responde a la actividad física, haciéndose más pesado, más grande y más fuerte. Responde mejor cuando somos jóvenes. La masa ósea alcanza su nivel más alto cuando estamos en nuestros 20 años. Después de eso, a menudo comenzamos a perder hueso.
Los estudios en animales han demostrado que el ejercicio durante los períodos de rápido crecimiento puede dar lugar a beneficios para toda la vida en cuanto al tamaño y la resistencia de los huesos.
Para ver si sucede lo mismo en los humanos, un equipo de científicos financiado por los NIH estudió a más de 100 jugadores profesionales de béisbol en diferentes etapas de sus carreras. Los jugadores de béisbol son sujetos ideales, porque el brazo con que lanzan se ejercita mucho más que el otro brazo. Los jugadores de béisbol también tienden a retirarse de las actividades estresantes de lanzamiento una vez que dejan el juego profesional. Esto permitió a los científicos observar los efectos de la actividad física después de haber terminado un periodo intenso de lanzamiento.
Los investigadores encontraron que los huesos superiores del brazo con que los jugadores lanzan eran casi dos veces más fuertes que los huesos del otro brazo. Los huesos del brazo con que lanzan tenían alrededor de un 50% más de masa, tamaño (área total de la sección transversal) y grosor.
A medida que los jugadores envejecían, los beneficios de la masa ósea por el lanzamiento se perdieron poco a poco. Pero aproximadamente la mitad de los beneficios en tamaño de los huesos y una tercera parte de los beneficios de la resistencia ósea se mantuvieron durante toda la vida. Los jugadores que continuaron lanzando al envejecer perdieron menos hueso y mantuvieron muchos de los beneficios de la resistencia ósea.
"El ejercicio durante la juventud añade capas adicionales a la superficie exterior de un hueso haciendo esencialmente que el hueso sea más grande", señala el líder del estudio, el doctor Stuart J. Warden de la Universidad de Indiana. "El hueso agrandado por la actividad física cuando se es joven tiene la capacidad de mantenerse así durante un largo tiempo haciendo que el esqueleto sea más fuerte".