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Dra. Marian Betz sobre cómo hablar con un adulto mayor acerca de dejar de conducir

noviembre de 2021

Preguntas y respuestas

Dra. Marian Betz sobre cómo hablar con un adulto mayor acerca de dejar de conducir

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Ilustración de un médico que muestra a un paciente un diagrama del hígado

Fragmentos de nuestra conversación con la Dra. Marian Betz, experta en envejecimiento saludable financiada por los NIH en la Universidad de Colorado, Anschutz Medical Campus.

NIHNiH: ¿Por qué la idea de dejar de conducir les da miedo a muchos adultos mayores?

Betz: Muchas personas relacionan el hecho de conducir con la independencia y con su identidad. Por lo tanto, la transición hacia dejar de conducir puede ser emocionalmente difícil para las personas. Puede sentirse como abandonar una parte importante de su edad adulta.

Además, a las personas les preocupa sentirse más aisladas. Muchos adultos mayores aún participan de actividades comunitarias que son importantes para ellos. Entonces, van a necesitar una estrategia para seguir realizando las actividades con las que quieran seguir en contacto, incluso cuando no conduzcan.

Otra cosa que escuchamos todo el tiempo es que los adultos mayores no quieren ser una carga para otras personas. No quieren sentirse una carga para sus familias o amigos, o para quien sea de quien dependan. Pero esto también es cierto en otras áreas del envejecimiento: es difícil para una persona pedir ayuda si está acostumbrada a ser independiente.

NIHNiH: ¿Podría dar algunos consejos para tratar algunos de estos miedos destinados a las familias que quieren comenzar a hablar con un adulto mayor sobre dejar de conducir?

Betz: Hay algunos puntos clave. Lo que escuchamos de parte de los adultos mayores y de los miembros de la familia es que primero se debe reconocer que es una decisión difícil. Y, cuando sea posible, las familias deben dejar que los adultos mayores tomen la decisión por sí solos, para apoyar su independencia.

Idealmente, estas conversaciones deben ocurrir a lo largo del tiempo. Imagine si alguien le dijera: A partir de mañana, no puede conducir. Sería chocante. Necesita tiempo para prepararse, para adaptarse a la idea emocional y prácticamente. 

Por lo tanto, comience a hablar de esto con tiempo, especialmente si la persona está desarrollando una enfermedad crónica que probablemente avance. Comience a decirle de forma temprana algo así como “Tú sabes, mamá, los problemas nerviosos en tus pies por la diabetes están empeorando. En algún punto, sabes, tendrás que dejar de conducir”.

Esto hace que no se culpe a la persona por su conducta, sino que se relacione el tema con un problema médico específico. Eso puede ayudar a quitar una parte del estigma.

Hay algunas personas que no querrán tener estas conversaciones, sin importar lo que pase. Pero creo que, para muchas personas, introducir estos temas amablemente y con tiempo puede plantar una semilla de alguna manera. Puede darles tiempo de ajustarse a los cambios que se avecinan. 

NIHNiH: ¿Hay dificultades adicionales para tener estas conversaciones con un ser querido que tiene demencia?

Betz: La demencia es una de las cuestiones que realmente nos preocupan con respecto a conducir. A veces, las personas con discapacidad cognitiva, cuando están manejando, pueden olvidarse cosas como dónde están yendo o cómo hacer cosas como girar a la izquierda. Estas tareas exigen algunas habilidades cognitivas. 

La demencia es probablemente la situación más compleja en términos de la conversación sobre dejar de conducir. La diferencia es que llega un punto en el que la persona mayor ya no puede tomar la decisión por sí sola. 

Si las personas tienen solamente limitaciones físicas, las alentamos a decidir por sí mismas. Cuando alguien tiene problemas reales de memoria o de razonamiento, los miembros de la familia pueden llegar a tener que intervenir. Y esto es diferente para cada uno con respecto al momento, las señales y demás.

Es de gran ayuda para las familias conocer los recursos a los que pueden acudir para obtener apoyo, como los médicos de atención primaria, los terapeutas físicos o los terapeutas ocupacionales. Y si un miembro mayor de la familia realmente no quiere escuchar o no puede involucrarse en la conversación, a veces, realizar una evaluación médica en la que alguien más le diga “es momento de dejar de conducir” puede ayudar a que los miembros de la familia no sean los malos de la película.

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