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Tome consciencia sobre la anestesia

abril de 2011

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Tome consciencia sobre la anestesia

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Caricatura de un paciente recibiendo anestesia en la sala de operaciones.

Cuando está a punto de someterse a una cirugía, es posible que tenga muchas preocupaciones. Una de las más comunes tiene que ver con la anestesia. ¿Perderá la conciencia? ¿Cómo se sentirá después? ¿Es segura?

En todo el país, unas 60.000 personas por día se operan bajo anestesia general. Se trata de una combinación de fármacos que han hecho que la cirugía sea más soportable tanto para los pacientes como para los médicos. La anestesia general amortigua el dolor, lo deja inconsciente y le impide moverse durante la operación.

"Antes de la anestesia general, las mejores ideas para eliminar el dolor durante la cirugía incluían morder un palo o tomar un trago de whisky", dice el Dr. Emery Brown, anestesista del Hospital General de Massachusetts en Boston. Las cosas mejoraron hace más de 150 años cuando un dentista en Massachusetts demostró públicamente que el éter podía bloquear el dolor durante la cirugía. En pocos meses, la anestesia ya se utilizaba en Australia, Europa y luego en todo el mundo.

"La anestesia general cambió la medicina prácticamente de un día para otro", dice Brown. Ciertos procedimientos que salvan vidas, como la cirugía a corazón abierto, la neurocirugía o el trasplante de órganos, no serían posibles sin la anestesia general.

La anestesia general afecta a todo el cuerpo. Otros tipos de anestesia afectan a regiones específicas. La anestesia local, como una inyección de novocaína del dentista, adormece solamente una pequeña parte del cuerpo durante un período corto de tiempo. La anestesia regional adormece un área más grande, como de la cintura para abajo, por un par de horas. La mayoría de la gente permanece despierta durante las operaciones con anestesia local o regional. Sin embargo, la anestesia general se utiliza para cirugías delicadas y cuando es importante que usted esté inconsciente durante un determinado procedimiento.

La anestesia general tiene tres etapas principales: entrar bajo el efecto (inducción), permanecer bajo el efecto (mantenimiento) y la recuperación (emergencia). Los científicos financiados por el NIH están trabajando para mejorar la seguridad y la eficacia de las tres etapas.

Los medicamentos que le ayudan a entrar bajo el efecto de la anestesia son inhalados en forma de gas o suministrados directamente a su torrente sanguíneo. La mayoría de estos medicamentos actúan rápidamente y, asimismo, desaparecen rápidamente de su sistema, por lo que necesitan ser suministrados durante la cirugía. Un anestesiólogo o una enfermera anestesista con capacitación especial aplican la dosis adecuada y continuamente monitorean los signos vitales como la frecuencia cardíaca, la temperatura corporal, la presión arterial y la respiración.

"Cuando los pacientes entran bajo el efecto, experimentan una serie de déficits", dice el Dr. Howard Nash, un científico del Instituto Nacional de Salud Mental del NIH. "El primero es la incapacidad de recordar las cosas. El paciente puede ser capaz de repetir las palabras que uno dice, pero no puede recordarlas al despertar".

Luego, los pacientes pierden la capacidad de responder. "No pueden apretar los dedos ni decir su nombre cuando se les pregunta", dice Nash. "Finalmente, entran en un estado de sedación profunda".

Aunque los médicos a menudo dicen que uno estará dormido durante la cirugía, la investigación ha demostrado que entrar bajo el efecto de la anestesia no es nada parecido al sueño. "Incluso en las etapas más profundas del sueño, con insistencia y contacto físico podemos hacer que usted se despierte", dice Brown. "Sin embargo, ese no es el caso con la anestesia general. La anestesia general se parece más a un coma, a un coma reversible". Se pierde la conciencia y la capacidad de sentir dolor, formar recuerdos y moverse.

Una vez que se está inconsciente, el anestesiólogo utiliza monitores y medicamentos para que continúe así. En raras ocasiones, sin embargo, algo puede salir mal. En una de cada 1000 o 2000 cirugías, los pacientes pueden recuperar algo de conciencia cuando deberían estar inconscientes; pueden escuchar a los médicos hablando y recordarlo después. Peor aún, podrían sentir dolor sin poder moverse o decir algo a los médicos.

"Es un problema real, aunque es bastante raro", dice el Dr. Alex Evers, un anestesiólogo en la Universidad de Washington en St. Louis. "La percepción intraoperatoria puede llevar a un trastorno de estrés postraumático", un trastorno de ansiedad severa que puede presentarse después de una experiencia aterradora.
Los científicos han desarrollado estrategias para identificar y prevenir la percepción intraoperatoria. Pequeños estudios sugieren que los monitores de cerebro podrían ayudar. Sin embargo, en 2008, Evers y sus colegas informaron los resultados del mayor estudio para comparar las diferentes técnicas. El monitoreo cerebral no dio mejores resultados que el monitoreo estándar para prevenir la percepción intraoperatoria.

La adicción al alcohol o a las drogas aumenta el riesgo de percepción intraoperatoria, pero los médicos no pueden predecir con exactitud quién se verá afectado. Un equipo de investigación en Canadá identificó variaciones en un gen que puede permitir que los animales formen memoria mientras están bajo anestesia. Algunos estudios en curso exploran si este gen desempeña un papel en la percepción intraoperatoria en las personas.

Otros investigadores están buscando los genes que influyen en cómo los anestésicos son procesados o metabolizados por el cuerpo. Las diferencias genéticas podrían afectar la dosis adecuada o la selección de medicamentos para cada paciente.

Nash y sus colegas han descubierto que ciertos estudios realizados sobre la mosca de la fruta común pueden ofrecer pistas sobre cómo los genes afectan la anestesia. Cuando ciertos segmentos que se repiten, llamados variaciones del número de copias, se recortan del genoma de la mosca, esto afecta la respuesta de los insectos a la anestesia. Se sabe que las variaciones en el número de copias pueden afectar la respuesta humana a otros medicamentos. Nash sospecha que estos segmentos génicos también pueden afectar cómo se reacciona a la anestesia. "A medida que las investigaciones avanzan, supongo que los exámenes genéticos serán más frecuentes en las clínicas", dice Nash.

Después de la cirugía, cuando la anestesia desaparece, podría sentir algo de dolor y malestar. La velocidad de su recuperación dependerá de los medicamentos que recibió y de otros factores como su edad. Alrededor del 40% de los pacientes ancianos y hasta un tercio de los niños presentan una confusión persistente y problemas de razonamiento durante varios días después de la cirugía y la anestesia.

Por ahora, la mejor cura para estos efectos secundarios es el tiempo. Brown y sus colegas están trabajando para desarrollar medicamentos que ayuden a los pacientes a emerger de la anestesia general y recuperarse más rápidamente.

Generalmente, se considera que la anestesia es segura para la mayoría de los pacientes. "Los anestésicos se han vuelto más seguros en los últimos años en relación con las cosas que nos preocupan más, como la muerte del paciente o la presión arterial peligrosamente baja", dice Evers. Según algunos cálculos estimativos, la tasa de mortalidad por anestesia general es de 1 en 250.000 pacientes. Los efectos secundarios se han vuelto menos comunes y generalmente no son tan serios como lo fueron en alguna vez.

No posponga una cirugía importante por miedo a la anestesia. Si tiene preocupaciones, converse con su médico. Conocer de antemano a la persona que le suministrará la anestesia podría ayudarle. Pregunte qué tipo de anestesia se le suministrará. Pregunte sobre los posibles riesgos y efectos secundarios. Conocer más al respecto puede ayudarle a sentirse menos preocupado sobre los efectos de la anestesia.

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