Para las personas con baja visión, las actividades cotidianas pueden resultar un desafío. Las personas con baja visión no ven bien incluso con anteojos comunes, lentes de contacto, cirugía o medicamentos. Pueden tener problemas para leer las señales de tránsito o reconocer rostros. Combinar prendas de diferentes colores puede resultarles difícil. La iluminación de una habitación con frecuencia puede parecerles demasiado baja.

La baja visión puede ser causada por una lesión en el ojo o por enfermedades como el glaucoma. El glaucoma daña los nervios que transmiten las señales visuales desde el ojo hasta el cerebro. Millones de estadounidenses tienen baja visión. La mayoría tiene más de 65 años.

Si tiene un problema de visión, debe consultar a un médico de inmediato. Cuanto antes se detecte y trate un problema ocular, mayor será su probabilidad de conservar lo que le queda de visión.

Algunos médicos de los ojos se especializan en ayudar a las personas con baja visión. Estos especialistas pueden ayudarlo a lidiar con la pérdida de la visión. Pueden enseñarle nuevas maneras de hacer las tareas cotidianas. También pueden ofrecerle capacitación y dispositivos para ayudarlo a leer, cocinar, hacer las compras u otras actividades.

"Un plan de rehabilitación ayuda a las personas a maximizar su potencial de visión cuando ya no se puede hacer nada más desde el punto de vista médico o quirúrgico", dice el Dr. Mark Wilkinson, especialista en baja visión de los hospitales y clínicas de la Universidad de Iowa.

Los NIH ofrecen muchos recursos para ayudar a las personas con baja visión. En el librillo de 20 páginas Cómo vivir con baja visión: Lo que usted debe saber y en el video que lo acompaña, encontrará historias inspiradoras de personas que viven con baja visión. Puede encontrar este y otros recursos en https://www.nei.nih.gov/lowvision/default_sp.