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Participe en la investigación clínica

marzo de 2015

Artículo destacado

Participe en la investigación clínica

Ayude a otros y ayúdese

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Ilustración de 9 hombres y mujeres de diferentes edades y grupos étnicos.

¿Sabía que puede participar en una investigación clínica? Ya sea que esté sano o enfermo, sea joven o mayor, hombre o mujer, es probable que sea elegible para participar en algún tipo de estudio clínico. Tal vez usted o un ser querido tengan una enfermedad y le gustaría ayudar a los científicos a encontrar un tratamiento o una cura. Si está sano, puede ayudar a los investigadores a saber más sobre cómo funciona el cuerpo y cómo se puede prevenir la enfermedad.

La investigación clínica, también conocida como estudios clínicos o estudios clínicos, brinda esperanza a muchas personas, porque ayuda a encontrar mejores tratamientos. Los estudios clínicos son la espina dorsal de todos los avances médicos. Y los participantes voluntarios son esenciales en los estudios clínicos.

Las investigaciones clínicas se llevan a cabo en lugares como hospitales, universidades, consultorios médicos y clínicas comunitarias. Los estudios pueden ser financiados por fundaciones, instituciones médicas, compañías farmacéuticas y agencias federales como los NIH.

Las personas con un trastorno o una enfermedad a veces se inscriben en un estudio clínico para recibir un tratamiento experimental o atención médica adicional y cuidados ofrecidos por el personal del estudio. Pero muchos participantes también dicen que se ofrecen como voluntarios para ayudar a otros. "Esta será mi oportunidad de retribuir y ayudar a otras personas, tal vez incluso a mi familia en el futuro", dice un voluntario de estudios clínicos de los NIH que lucha contra el cáncer.

Nuestra atención médica es mejor en la actualidad gracias a lo que descubrieron los estudios clínicos de años anteriores. La Dra. Lauren Wood, un médico-investigador de los NIH, dice que fue gracias a los voluntarios de los estudios clínicos que fue posible transformar el SIDA de una sentencia de muerte segura a una enfermedad crónica (de largo plazo) tratable.

Muchos voluntarios infectados por el VIH que recibieron medicamentos experimentales contra el SIDA hace más de dos décadas sobrevivieron y prosperaron, y los tratamientos administrados a mujeres embarazadas evitaron que el virus se transmitiera a los recién nacidos. Desde entonces, estos medicamentos antirretrovirales se convirtieron en la terapia estándar.

"He visto a estos pacientes crecer, graduarse de la secundaria y la universidad, iniciar carreras y comenzar familias por sí mismos", dice Wood. "Viven sus vidas gracias a la investigación clínica".

Un paciente voluntario — alguien con un problema de salud conocido — puede ayudar a los investigadores a entender, diagnosticar y tratar mejor la enfermedad o el trastorno, o a encontrar una cura.

Pero los voluntarios sanos, que no tienen problemas de salud importantes conocidos, también juegan un papel importante en la investigación clínica. Ellos ayudan a los investigadores a aprender cosas que indirectamente podrían ayudar a los propios voluntarios y a otras personas que conocen. Los voluntarios sanos suelen recibir un pago por sus esfuerzos.

Ambos tipos de voluntarios son necesarios, porque los investigadores pueden aprender más sobre la enfermedad al comparar a los pacientes voluntarios con los voluntarios sanos.

Todos los estudios clínicos tienen lineamientos sobre quién puede participar. Los pacientes voluntarios pueden seleccionarse según el tipo y la etapa de una enfermedad, los tratamientos previos y otros problemas de salud existentes. Los criterios de selección ayudan a garantizar que los investigadores estén estudiando a las personas correctas para ayudar a responder a importantes preguntas médicas.

Los investigadores clínicos con frecuencia buscan a personas de diferentes etnias, razas, edades y sexos. "Queremos tener una representación adecuada de una variedad de personas, para asegurarnos de que desarrollemos los tratamientos adecuados", dice Wood. Algunos trastornos afectan a determinados grupos de personas más que a otros, por lo que es particularmente importante contar con voluntarios de las poblaciones afectadas o de riesgo que participen en la investigación clínica.

"Descubrimos que determinados grupos raciales o étnicos podrían metabolizar o procesar los medicamentos de maneras diferentes. A veces, los medicamentos se metabolizan de manera diferente según la edad, el sexo e incluso el grupo étnico al que pertenecen", dice Wood. Tener una variedad de voluntarios permite a los investigadores determinar tratamientos y dosis adecuados para los diferentes tipos de personas.

Si está considerando participar en un estudio clínico, los miembros del equipo de investigación hablarán con usted sobre los detalles del estudio; esto se conoce como consentimiento informado. Le darán un documento para firmar que incluye un panorama general del estudio, como su propósito y duración, los procedimientos a realizar y a quién contactar para obtener más información.

Los miembros del equipo de investigación también le explicarán los riesgos y beneficios potenciales del estudio. "Los voluntarios deben sentirse en la libertad de hacer todas las preguntas que necesiten para que todo quede claro", dice la Dra. Christine Grady, experta en bioética y protección del paciente en el centro clínico de los NIH. "También puede llevarse el formulario de consentimiento informado a su casa y discutir sobre él con su médico u otra persona que lo ayude a entenderlo mejor".

Si decide firmar el formulario de consentimiento informado, aún tiene la libertad de retirarse del estudio en cualquier momento, incluso después de que comience. El consentimiento informado no es un contrato; su objetivo es asegurarse de que usted sabe lo suficiente sobre el estudio para decidir si desea participar o no.

La participación en un estudio clínico está protegida por un grupo de expertos conocido como Comité de Revisión Institucional (IRB por sus siglas en inglés). "Antes de que el estudio empiece, los estudios clínicos con seres humanos casi siempre son revisados por un IRB", dice Grady. "El IRB decide si los riesgos son aceptables o no, y si los beneficios de llevar a cabo la investigación justifican los riesgos".

Un equipo de monitoreo también suele evaluar los hallazgos del estudio a medida que este avanza. El equipo es informado sobre cualquier problema que surja y se asegura de que los mismos se aborden.

Una vez finalizado el estudio, los investigadores clínicos examinan con cuidado la información recolectada. Los resultados suelen publicarse en revistas científicas. Si el nuevo enfoque resulta seguro y efectivo, puede convertirse en la práctica estándar.

Existen diversos tipos de estudios clínicos. Algunos evalúan nuevos medicamentos o nuevas combinaciones de medicamentos, nuevos procedimientos quirúrgicos o dispositivos, o nuevas formas de usar los tratamientos existentes. Otros observan determinados aspectos de la atención, como mejorar la calidad de vida de las personas con enfermedades crónicas.

"Participar en la investigación clínica es esencial para ayudarnos a que la atención de nuestros médicos sea buena", dice Grady.

Todos nos beneficiamos cuando las personas se ofrecen como voluntarias para participar en estudios de investigación clínica. Hable con su profesional de la salud sobre los estudios clínicos y sobre si la participación es adecuada para usted. Para saber más sobre la participación en estudios clínicos, incluidas historias personales de otros voluntarios, visite el sitio web de los NIH Los estudios de investigación clínica y usted.

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