De forma natural, los niños aumentan de peso a medida que crecen y se desarrollan. Algunos niños pueden ganar kilos de más, pero los pierden a medida que se desarrollan y crecen. Para otros, aumentar demasiado de peso puede provocar obesidad. Los niños con obesidad tienen más probabilidades de tener obesidad en la edad adulta. Con el tiempo, el exceso de peso puede provocar problemas de salud como enfermedades cardíacas, dolor en las articulaciones o diabetes tipo 2.

Los genes y los antecedentes familiares pueden afectar el peso de un niño. Otros factores incluyen realizar muy poca actividad física o consumir demasiados alimentos y bebidas ricos en calorías. No dormir lo suficiente y pasar demasiado tiempo frente a una pantalla también pueden contribuir al exceso de peso.

Adoptar hábitos de vida saludables puede ayudar a su hijo a alcanzar y mantener un peso saludable. Ayúdelo a aprender hábitos saludables siendo un buen modelo a seguir. Anime a su familia a hacer lo mismo. Reemplace los alimentos procesados con frutas, verduras y cereales integrales. En lugar de bebidas azucaradas, sirva agua o leche descremada. Fomente actividades divertidas como correr, andar en bicicleta, pasear perros o bailar. Mantenga las pantallas fuera de las habitaciones y no deje que pase tiempo frente a estas durante las comidas. Escuche las preocupaciones de su hijo y recompense sus decisiones saludables con elogios y amor.

Si le preocupa el peso de su hijo, hable con un profesional de la salud al respecto. Algunos niños con sobrepeso no necesitan perder peso. Es posible que simplemente necesiten ganar peso más lentamente a medida que crecen. Obtenga más información sobre los niños y el aumento de peso.