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Cómo controlar los síntomas de la menopausia

noviembre de 2024

Artículo destacado

Cómo controlar los síntomas de la menopausia

Consejos para sobrellevar mejor los desafíos de esta transición

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Ilustración de cuatro mujeres almorzando, una de ellas con un pequeño ventilador en la mano.

Sofocos (sensación de calor). Problemas para dormir. Cambios repentinos de humor. Problemas con su vejiga. Dolor durante las relaciones sexuales. Todos estos son síntomas comunes, pero incómodos, de la transición a la menopausia.

La menopausia no es una enfermedad ni un trastorno. Es una parte normal de la vida de una mujer. La menopausia marca el final de los ciclos menstruales y de la fertilidad. Aunque se trata de un proceso natural, la transición a la menopausia puede ser difícil para algunas mujeres.

Los investigadores científicos han estado trabajando para comprender mejor la menopausia. Hoy en día, las mujeres tienen más opciones que nunca que pueden ayudarles a sentirse sanas durante y después de esta transición de la mediana edad.

Comienzo de la transición

Al nacer, los ovarios contienen todos los óvulos que tendrán a lo largo de la vida. El ciclo menstrual controla la liberación mensual de óvulos, hasta que llega la menopausia. La transición a la menopausia comienza cuando este proceso cambia y la producción de hormonas como el estrógeno empieza a disminuir. La mayoría de las mujeres comienzan esta transición (también llamada perimenopausia) a finales de los 40 años. Sin embargo, puede ocurrir antes o después.

Durante este período, es posible que las mujeres presenten ciertos síntomas, como cambios en la menstruación y sofocos. Si una mujer lleva 12 meses sin menstruar, puede decirse que ha entrado en la menopausia. Pero para muchas mujeres esta transición es menos clara.

“Aproximadamente una de cada ocho mujeres entra en la menopausia debido a una intervención médica, como la extirpación quirúrgica de los ovarios”, afirma la doctora Sarah Temkin, experta en salud de la mujer de los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés). Si esto ocurre, entran en la menopausia repentinamente, sin transición. Los molestos síntomas que experimentan suelen ser más intensos que si hubieran entrado en la menopausia de forma natural.

Si lleva un año sin menstruar, se puede comprobar mediante un análisis de sangre que ha llegado a la menopausia. Sin embargo, ninguna prueba puede confirmar cuándo ha comenzado la transición a la menopausia. Si tiene síntomas, su médico podría solicitarle análisis para descartar problemas de salud.

La transición a la menopausia suele durar unos siete años, pero puede ser más corta o más larga. Las mujeres que no deseen quedar embarazadas deben seguir utilizando métodos anticonceptivos durante al menos 12 meses después de la última menstruación.

Calmar los sofocos

Muchas mujeres solo presentan síntomas leves durante la perimenopausia. Para otras, los síntomas son intensos y pueden interferir en el trabajo y en su vida cotidiana. Los más comunes se denominan síntomas vasomotores. Entre ellos están los sofocos y la sudoración nocturna (consulte la sección “Decisiones inteligentes”).

“Muchos síntomas pueden estar interrelacionados”, afirma la doctora Andrea LaCroix, investigadora científica sobre la menopausia, de la Universidad de California en San Diego. “Si tiene sofocos, estos podrían afectar su sueño. Entonces, una vez que no puede dormir, no se siente tan bien en general”.

Si usted tiene sofocos leves, podría controlarlos con cambios en su estilo de vida. Por ejemplo, vistiéndose con distintas capas de ropa que pueda quitarse, portando un ventilador portátil y evitando el alcohol y la cafeína.

Las mujeres con síntomas intensos tienen ahora varias opciones de medicamentos. Algunas mujeres pueden utilizar con seguridad la terapia hormonal de la menopausia, o MHT, por sus siglas en inglés. Hace dos décadas, la terapia hormonal para mujeres en la transición a la menopausia perdió popularidad. Los médicos estaban preocupados por el riesgo de desarrollar cáncer de mama, tener cardiopatías, tener accidentes cerebrovasculares y la producción de coágulos sanguíneos derivados de la terapia hormonal. Estas preocupaciones se basaban en un amplio estudio que probó la terapia hormonal para prevenir enfermedades crónicas en mujeres mayores. El estudio mostró un mayor riesgo de enfermedades crónicas en algunas mujeres que utilizaban la MHT.

Estudios más recientes han confirmado estos hallazgos, pero también han descubierto que las mujeres sanas y más jóvenes que utilizan la MHT no tienen el mismo aumento de riesgo que las mujeres mayores. Hable con su médico sobre los posibles riesgos y beneficios si está pensando en utilizar la MHT.

Algunas mujeres no pueden utilizar la terapia hormonal debido a determinados factores de riesgo personales. Otras podrían no querer utilizarla. “Sin embargo, existen otras opciones de tratamiento”, indica LaCroix.

LaCroix y otros investigadores científicos han descubierto que un antidepresivo llamado escitalopram puede reducir la cantidad y la intensidad de los sofocos en algunas mujeres. Recientemente, la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) de los Estados Unidos ha aprobado un nuevo fármaco llamado fezolinetant para el tratamiento de los sofocos. Funciona actuando sobre una parte del cerebro que regula la temperatura.

“Todos estos tratamientos han demostrado ser útiles, así que las mujeres tienen opciones”, afirma LaCroix.

Abordar otros síntomas

Muchas mujeres tienen problemas para dormir durante la transición a la menopausia. Los estudios han descubierto que un tipo de terapia de conversación denominada terapia cognitivo-conductual, o TCC, puede ayudar a las mujeres con problemas para dormir durante esta etapa de sus vidas.

La actividad física, el yoga y las técnicas de atención plena también pueden ayudar a las mujeres a sentirse mejor, más fuertes y con mayor control de sus reacciones ante muchos síntomas, explica LaCroix, aunque es probable que estas estrategias no influyan directamente en la cantidad o en la intensidad de los sofocos.

Algunas mujeres presentan problemas sexuales durante la transición. Por ejemplo, sequedad vaginal, relaciones sexuales dolorosas y disminución del deseo. Otras tienen sangrados abundantes o irregulares, explica Temkin. Muchos de estos problemas tienen tratamientos que las mujeres pueden probar. Sin embargo, a menudo desconocen estas opciones, afirma.

“Existe una gran cantidad de estigma sobre el hecho de que las mujeres hablen de su salud reproductiva”, indica Temkin.

“A veces las mujeres sienten, durante la transición a la menopausia, que están solas”, coincide la doctora Chhanda Dutta, una experta en envejecimiento de los NIH. “Y aunque las mujeres experimentan esta transición de formas muy diferentes, deben ser conscientes de que no están solas”.

Investigadores científicos financiados por los NIH crearon un sitio web para ayudar a las mujeres a comprender mejor sus experiencias. Se trata de MyMenoplan.org (en inglés). Cuenta con herramientas que le ayudarán a hacer un seguimiento de los síntomas y a comparar posibles tratamientos.

Salud en la mediana edad y más allá

Los cambios en el estilo de vida pueden ayudarle a mantenerse sana durante y después de la mediana edad. Los riesgos de desarrollar algunos problemas de salud aumentan después de la menopausia. Entre ellos se encuentran los problemas cardíacos, la debilidad de los huesos y la diabetes. No está claro si esto se debe a la menopausia o al proceso general de envejecimiento.

“Sin embargo, el consejo es el mismo para todos a través de nuestras vidas”, dice Dutta. “Céntrese en una buena nutrición. Duerma bien. Controle sus niveles de estrés. Esté físicamente activo”.

Estos cambios en el estilo de vida pueden ayudar a reducir algunos síntomas de la menopausia y mejorar la salud en general, afirma Dutta. Esto puede ayudar a las mujeres a sentirse lo más sanas posible en el día a día.

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