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Dr. Andrew Huberman acerca de la investigación sobre la realidad virtual

agosto de 2019

Preguntas y respuestas

Dr. Andrew Huberman acerca de la investigación sobre la realidad virtual

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Retrato del Dr. Andrew Huberman.

Extractos de nuestra conversación con el Dr. Andrew Huberman, un neurocientífico financiado por los NIH en la Universidad de Stanford.

NIHNiH: ¿Cómo se relaciona la visión con el miedo y la ansiedad?

Huberman: En última instancia, es su visión la que determina si la situación a la que le teme o le preocupa está o no en su entorno. Si piensa en el miedo a las alturas, es 100 % visual. Lo mismo sucede con el miedo a las arañas o a las serpientes. Incluso puede ser visual un trauma relacionado con una experiencia: una repetición de elementos visuales en la mente de las personas. También son visuales la ansiedad relacionada con hablar en público y la ansiedad social.

NIHNiH: ¿Por qué usar la realidad virtual para estudiar cómo la visión impulsa el miedo y la ansiedad?

Huberman: La VR es muy realista y podemos controlar por completo el entorno visual del sujeto. La VR crea lo que llaman inmersión o presencia. Es decir, crea la sensación de que la persona está literalmente en el entorno que está viendo. Eso es muy difícil de hacer con una pantalla o un cuestionario. Además, es muy difícil realizar el estudio fuera del laboratorio. Fuera del laboratorio no se pueden obtener medidas cuidadosas y controladas de las reacciones de las personas.

Podemos hacer un seguimiento ocular en la VR, que es lo que hacemos. Podemos medir el tamaño de la pupila, y así hacer la lectura más rápida y directa de la activación autonómica o el estrés. Por ello, la VR es indiscutiblemente la forma más poderosa de hacer neurociencia visual en humanos en el laboratorio.

NIHNiH: ¿Ha averiguado algo nuevo sobre la ansiedad al utilizar la realidad virtual?

Huberman: Descubrimos que las personas con ansiedad generalizada tienen patrones de búsqueda visual y movimientos oculares muy diferentes a quienes no padecen este trastorno. Lo interesante es que eso sucede incluso antes de que se coloque a las personas en una situación estresante. No estábamos analizando los movimientos oculares como un biomarcador para la ansiedad generalizada, pero sí podrían serlo. Este es un hallazgo preliminar, por lo que necesitamos confirmar nuestros resultados con nuevos estudios.

NIHNiH: Usted también está realizando un estudio clínico con pruebas de realidad virtual para ayudar a prevenir la pérdida de visión en las personas con glaucoma. ¿Nos puede contar un poco sobre ese estudio?

Huberman: Hace unos años, hicimos un estudio en ratones que demostró que la combinación de terapia génica más estimulación visual podría promover la regeneración a larga distancia de las células nerviosas del ojo al cerebro. Eso restauró algunos aspectos de la visión. Y fue emocionante para nosotros, porque realmente recalcó la estimulación visual como una herramienta poderosa para promover la regeneración de las células nerviosas existentes. La cantidad de células nerviosas que se regeneraron fue muy pequeña; pero la distancia que regeneraron, muy grande. La recuperación funcional, por supuesto, fue lo que más nos entusiasmó.

Así que comenzamos un estudio en colaboración con el Dr. Jeffrey Goldberg, un investigador dedicado a la visión aquí en Stanford. Mi laboratorio programó un estímulo visual específico dentro de una "galería de arte virtual". Cuando un paciente entra en esta galería en la VR, ve un montón de cuadros vacíos a lo largo de la pared.

Cuando miran un marco, este se convierte en un video generado por computadora. Diseñamos estos videos para estimular la actividad en las células nerviosas que conectan los ojos con el cerebro.

Ellos miran el video durante unos tres a cinco minutos. Luego, se los "recompensa" con una imagen de una pintura presentada en ese cuadro. Esto es algo que usted solo podría hacer en la VR, en este tipo de entorno sumamente inmersivo.

Los pacientes hacen esto en casa cinco días a la semana, y después ingresan a la clínica para una prueba visual. El estudio aún está en curso, pero estamos muy entusiasmados con el potencial de ese protocolo para mejorar o mantener la visión que, de otra manera, perderían las personas con glaucoma.

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