La enfermedad periodontal, o de las encías, es una infección de los tejidos que mantienen los dientes en su lugar. Suele desarrollarse debido a malos hábitos tanto de cepillado como del uso del hilo dental. Esto puede formar una capa pegajosa de bacterias denominada placa, que se acumula y endurece sobre los dientes. Esta acumulación de material duro, llamado sarro, solo la puede eliminar un dentista o un higienista dental.

Si no se hace un tratamiento, la enfermedad de las encías puede extenderse a los huesos que las rodean. Puede hacer que masticar sea doloroso. Con el tiempo, puede provocar la pérdida de dientes o hacer que estos se aflojen.

Las personas con la enfermedad de las encías suelen tener las encías inflamadas, enrojecidas o sangrantes. Otros síntomas son el mal aliento persistente o dientes sensibles. Las personas que fuman corren un mayor riesgo de desarrollar la enfermedad de las encías. Otros factores que aumentan el riesgo son los cambios hormonales en niñas y mujeres, ciertos genes, y problemas de salud como la diabetes y el sida, y los medicamentos usados para tratar esas afecciones.

Las opciones de tratamiento van desde las intervenciones no quirúrgicas a las quirúrgicas. Es importante seguir cepillándose los dientes y usar hilo dental todos los días. Cambiar los hábitos poco saludables y dejar de fumar pueden ser parte de un plan de tratamiento. Algunos pacientes podrían ser derivados a un especialista denominado periodoncista. Estos son médicos que pueden proporcionar un tratamiento avanzado para la enfermedad de las encías.

Para mantener sus dientes y encías sanos, utilice una pasta de dientes con flúor y cepíllese los dientes dos veces al día. Utilice hilo dental con frecuencia u otro dispositivo recomendado por el dentista para limpiar entre los dientes. Recuerde visitar al dentista periódicamente. Aprenda más sobre la enfermedad de las encías.