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Cómo reconocer la ictericia

noviembre de 2022

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Cómo reconocer la ictericia

Señales de que el hígado no está funcionando

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Ilustración de un hígado frunciendo el ceño.

Algunos bebés presentan un tono amarillento en la piel o en la parte blanca de los ojos justo después de nacer, lo que se conoce como ictericia. También puede producirse en los adultos. En el caso de los adultos, puede ser un signo de afección médica grave.

El hígado ayuda a eliminar del organismo los desechos naturales y otras sustancias nocivas. Si algo interfiere en este proceso, los compuestos tóxicos pueden acumularse en el organismo.

La ictericia se produce cuando hay un exceso de un compuesto llamado bilirrubina. La bilirrubina se forma cuando el organismo descompone los glóbulos rojos viejos o dañados. El síntoma más frecuente es el color amarillo de la piel, la parte blanca de los ojos o el interior de la boca. También puede haber orina oscura o heces pálidas.

Los bebés se vuelven ictéricos cuando el hígado no puede descomponer toda la bilirrubina que se produce los primeros días después del nacimiento. La ictericia en los bebés suele desaparecer por sí sola en una o dos semanas. Si se prolonga, un médico debe realizar una evaluación.

En los adultos, muchas afecciones médicas pueden provocar ictericia. Una de las causas más comunes es la obstrucción de los conductos biliares. Los conductos biliares drenan la bilirrubina del hígado a los intestinos. Pueden obstruirse a causa de la formación de trozos de material duro, en forma de piedrecitas, en la vesícula biliar, denominados cálculos biliares. Por lo general, los cálculos biliares están compuestos de bilirrubina o colesterol (una sustancia cerosa, parecida a la grasa). Los cánceres del conducto biliar o del páncreas también pueden causar una obstrucción.

La ictericia también puede ser un signo de una enfermedad hepática. Algunas enfermedades hepáticas se deben al consumo excesivo de alcohol o drogas. Otras se deben a una acumulación excesiva de grasa en el hígado.

El abuso de ciertos medicamentos, como el paracetamol, puede dañar el hígado y provocar ictericia. Lo mismo puede pasar con la hepatitis, o inflamación del hígado. Los virus son la causa más común de la hepatitis. Pero la afección puede deberse a otros factores, como las toxinas y determinadas enfermedades.

Si una enfermedad hepática dura poco tiempo, el hígado puede curarse. Pero, si la enfermedad se vuelve crónica, es decir, dura mucho tiempo, puede provocar la cicatrización del hígado. Esta cicatrización se denomina cirrosis. La cirrosis puede perjudicar la capacidad de funcionamiento del hígado y acabar provocando insuficiencia hepática.

No todas las personas que tienen ictericia padecen una afección médica grave. Algunas personas nacen con una afección llamada síndrome de Gilbert. Esta afección ralentiza la capacidad del hígado de descomponer la bilirrubina. Puede dar lugar a breves periodos de altos niveles de bilirrubina y, a veces, a la ictericia. Pero no da lugar a más complicaciones y no es necesario un tratamiento especial.

Si tiene algún síntoma relacionado con la ictericia, acuda a un médico de inmediato. “Su médico tendrá que hacerle pruebas hepáticas para averiguar de qué tipo de ictericia se trata”, explica el Dr. David Goldberg, hepatólogo del University of Miami Health System [Sistema de Salud de la Universidad de Miami].

El tratamiento depende de la causa. Los cálculos biliares suelen tratarse con cirugía para extirpar la vesícula biliar. El daño hepático causado por los medicamentos suele curarse cuando se deja de tomar el medicamento. Los medicamentos antivirales pueden tratar las infecciones causadas por el virus de la hepatitis. Las personas que padecen una enfermedad hepática crónica deben limitar el consumo de alcohol para evitar mayores daños en el hígado.

Goldberg es uno de los investigadores financiados por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH) que realizan estudios para determinar si los fármacos que reducen el colesterol, denominados estatinas, pueden ralentizar o prevenir la progresión de la enfermedad hepática.

Usted puede tomar medidas para protegerse de aquello que daña el hígado. Consulte el recuadro Elecciones sabias para obtener consejos sobre cómo mantener un hígado sano.

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