Algunos problemas de visión no se pueden solucionar con gafas, lentes de contacto o incluso con cirugía. Esto se conoce como baja visión. Puede dificultar las tareas cotidianas. La baja visión puede dificultar la lectura o la habilidad para conducir. Puede tener problemas para reconocer las caras de las personas o distinguir los colores.

La baja visión es más frecuente en los adultos mayores. Puede ser a causa de muchas afecciones oculares diferentes. Una de las causas más comunes es la degeneración macular asociada a la edad. Esta enfermedad ocular puede hacer que la visión central sea borrosa. Otras enfermedades que pueden causar baja visión son las cataratas, en las que el cristalino del ojo se nubla. El glaucoma, que daña el nervio óptico del ojo, también puede causar una pérdida de visión intratable.

Los oftalmólogos pueden comprobar si hay baja visión durante un examen ocular. Le pondrán unas gotas para ampliar, o dilatar, la pupila. Esto les permite comprobar si hay condiciones que pueden causar baja visión.

Desafortunadamente, la baja visión suele ser permanente. Las opciones de tratamiento dependen de la causa de la baja visión. Pero hay cosas que puede hacer para aprovechar al máximo la vista que le queda.

Si la pérdida de visión es leve, es posible que las luces más brillantes lo ayuden. El uso de gafas de sol antideslumbrantes también puede ayudarlo a ver mejor. Un especialista en rehabilitación visual puede enseñarle a utilizar tecnologías y dispositivos de aumento que lo ayuden con la pérdida de la visión. También puede compartir recursos para ayudarlo a afrontar la pérdida de visión. Más información