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Manejo de la esclerosis múltiple

febrero de 2019

Artículo destacado

Manejo de la esclerosis múltiple

El tratamiento puede retrasar futuros ataques

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Ilustración de mujer que habla con su médico.

La mayoría de las veces, la esclerosis múltiple o EM comienza levemente, con síntomas impredecibles que pueden parecer desconcertantes. Sin tratamiento, la enfermedad puede empeorar hasta el punto que el paciente ya no puede escribir, hablar o caminar.

La EM comienza cuando el sistema inmunológico del cuerpo ataca de forma muy lenta la capa de grasa alrededor de los nervios. Sin un recubrimiento intacto, la comunicación entre los nervios y el cerebro se deteriora. Sin embargo, pueden pasar años antes de que aparezcan los primeros síntomas.

Los síntomas dependen de qué partes del cerebro y la médula espinal están afectados. Un síntoma típico es la visión borrosa en un ojo. Se puede desarrollar en un día o dos. Puede ser doloroso mover el ojo. O bien, usted puede tener doble visión. Otro síntoma típico es no poder moverse o no sentir una pierna.

Estos síntomas, también conocidos como ataques de EM, pueden durar días o semanas. La mayoría de las personas tendrán un ataque que se soluciona con el tiempo. Después, podrían tener otros ataques.

La EM generalmente se diagnostica cuando las personas son adultas jóvenes. Sin embargo, se puede diagnosticar a cualquier edad. Nadie sabe exactamente cuántas personas tienen EM. En los Estados Unidos, al menos 400,000 personas la tienen.

La EM se puede detectar con una resonancia magnética del cerebro y de la médula espinal. En una resonancia magnética se observarán las áreas donde el sistema inmunológico ha atacado el recubrimiento alrededor de los nervios.

La EM es una enfermedad compleja. Nadie sabe por qué empieza. Si tiene antecedentes familiares, su probabilidad de desarrollar EM puede ser mayor.

"Sabemos que los genes desempeñan un papel importante", dice el Dr. Daniel S. Reich, experto en EM de los NIH. La investigación muestra que cientos de genes están involucrados. La mayoría de estos genes están relacionados con el sistema inmunológico y la inflamación que conlleva.

Los investigadores han notado que su probabilidad de desarrollar EM puede ser menor si usted no fuma y mantiene un peso saludable. También descubrieron que las personas que no han sido infectadas con un virus común conocido como el virus de Epstein-Barr, parecen tener un menor riesgo de desarrollar EM. Pero los investigadores no saben por qué.

Las personas que viven cerca del ecuador también tienen un riesgo menor. Los investigadores creen que puede deberse a que la luz solar es más consistente allí, lo que ayuda al cuerpo a producir vitamina D. La vitamina D puede ayudar al sistema inmunológico a funcionar mejor y a protegerse contra la EM.

"Hay cierto tipo de serie compleja de factores de riesgo y desencadenantes que pueden ocurrir en un cierto orden", dice Reich. "Pero es muy difícil de entender".

La EM puede afectar a diferentes personas de maneras muy diferentes. Puede variar desde muy leve a severa. Ser diagnosticado y tratado de manera temprana puede ayudar a prevenir que la enfermedad se vuelva más incapacitante.

"Ahora tenemos más de una docena de medicamentos efectivos que reducen considerablemente la cantidad de nuevos ataques", dice Reich. Las pruebas de imágenes muestran que estos tratamientos reducen el nivel de inflamación cerebral en personas con EM.

Los médicos esperan que estos tratamientos y otros en desarrollo ayuden a retrasar o incluso a evitar que la EM empeore.

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