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Crianza positiva

septiembre de 2017

Edición especial: Crianza saludable

Crianza positiva

Desarrollando relaciones sanas con sus hijos

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Lectura en familia con los niños

Los padres tienen un trabajo importante. Criar hijos es gratificante y desafiante. Probablemente recibirá muchos consejos durante el camino, de médicos, familiares, amigos, e incluso extraños. Pero cada padre e hijo es único. Ser sensible y receptivo a sus hijos puede ayudarlo a desarrollar relaciones sanas y positivas juntos.

"Ser un padre sensible y responder a sus hijos trasciende a todas las áreas de crianza", dice el Dr. Keith Crnic de Arizona State University, experto en relaciones entre padres e hijos. "Lo que significa reconocer lo que su hijo necesita en el momento y brindárselo de forma efectiva".

Esto puede ser especialmente fundamental para lactantes y bebés, agrega. Los vínculos emocionales fuertes generalmente se desarrollan a través de una crianza sensible, receptiva, y coherente en los primeros años de vida. Por ejemplo, sostener a su bebé amorosamente y responder a su llanto ayuda a desarrollar vínculos fuertes.

Desarrollar vínculos

Los vínculos emocionales fuertes ayudan a los niños a aprender cómo manejar sus propios sentimientos y conductas y desarrollar confianza en sí mismos. Ayudan a crear una base segura a partir de la cual pueden explorar, aprender, y relacionarse con otras personas.

Los expertos denominan "apego seguro" a este tipo de conexión fuerte entre niños y sus cuidadores. Los niños con apego seguro son más propensos a poder lidiar con desafíos como pobreza, inestabilidad familiar, estrés paterno, y depresión.

Un estudio reciente muestra que aproximadamente 6 de cada 10 niños de EE. UU. desarrollan apegos seguros con sus padres. Los 4 de cada 10 niños que carecen de dichos vínculos pueden evitar a sus padres cuando están molestos o resistirse a sus padres si les causan más angustia. Los estudios sugieren que esto puede hacer que los niños sean más propensos a tener problemas de conducta serios. Los investigadores han estado probando programas para ayudar a los padres a desarrollar conductas que fomentan el apego seguro.

Estar disponible

La vida moderna está llena de cosas que pueden influir en su capacidad de ser sensible y receptivo a su hijo. Esto incluye prioridades en pugna, trabajo extra, falta de sueño, y cosas como dispositivos móviles. Algunos expertos están preocupados por los efectos que los padres desatentos pueden tener sobre la vinculación emocional y el desarrollo del lenguaje, la interacción social, y la seguridad de los niños.

Si los padres están disponibles de forma irregular, los niños pueden angustiarse y sentirse dolidos, rechazados, o ignorados. Pueden tener más estallidos emocionales y sentirse solos. Incluso pueden dejar de intentar competir por la atención de sus padres y comenzar a perder conexiones emocionales con sus padres.

"Hay momentos en que los niños realmente necesitan su atención y quieren su reconocimiento", dice Crnic. Los padres necesitan comunicar que sus hijos son valiosos e importantes, y los niños necesitan saber que los padres se interesan por lo que ellos están haciendo, dice.

Puede ser difícil responder con sensibilidad durante berrinches, peleas, u otros momentos desafiantes con sus hijos. "Si los padres responden siendo irritables o agresivos ellos mismos, los niños pueden imitar esa conducta, y entonces continúa un ciclo negativo que se intensifica", explica la Dra. Carol Metzler, quien estudia crianza en Oregon Research Institute.

De acuerdo con Crnic, los niños comienzan a regular sus propias emociones y conductas alrededor de los tres años. Hasta ese momento, dependen más de usted para que los ayude a regular sus emociones, ya sea calmarlos o ayudarlos a entusiasmarse. "Lo están mirando a usted para ver cómo lo hace usted y escuchando cómo usted habla con ellos al respecto", explica. "Los padres deben ser buenos autoreguladores. Usted no solo está intentando regular sus propias emociones en el momento, sino que también está ayudando a su hijo a aprender a manejar sus emociones y conductas".

A medida que los niños mejoran en el manejo de sus sentimientos y conductas, es importante ayudarlos a desarrollar habilidades de afrontamiento, tal como resolución activa de problemas. Dichas habilidades pueden ayudarlos a sentirse seguros para manejar lo que se les presente en el camino.

"Cuando los padres se involucran de forma positiva con sus hijos, enseñándoles las conductas y habilidades que necesitan para enfrentarse al mundo, los niños aprenden a seguir reglas y regular sus propios sentimientos", dice Metzler.

"Como padres, intentamos proteger mucho a nuestros hijos contra la experiencia de cosas malas", explica Crnic. "Pero si los protege todo el tiempo y ellos no están en situaciones en las que enfrentan circunstancias difíciles o adversas, no pueden desarrollar habilidades de afrontamiento saludable".

Él le sugiere que permita que sus hijos tengan más de estas experiencias y luego los ayude a aprender cómo resolver los problemas que surgen. Explicar detalladamente la situación y sus sentimientos. Luego trabajar con ellos para buscar soluciones para poner en práctica.

Satisfacer necesidades

A medida que los niños crecen, es importante recordar que darles lo que necesitan no significa darles todo lo que quieren. "Estas dos cosas son muy diferentes", explica Crnic. "Concéntrese exactamente en lo que está sucediendo con su hijo en el momento. Esta es una habilidad de crianza increíblemente importante y está vinculada con muchos resultados excelentes para los niños".

Piense cuándo y qué habilidades necesitan aprender en ese momento. Quizá necesitan ayuda para manejar emociones, aprender cómo portarse en una cierta situación, analizar una tarea nueva, o relacionarse con amigos.

Usted quiere ayudar a los niños a que sean seguros", dice Crnic. "Usted no querrá apuntar demasiado alto donde ellos no puedan llegar ni demasiado bajo donde ya hayan dominado la habilidad". Otra forma de fomentar la confianza mientras se intensifica su relación es permitir que su hijo tome la delantera.

"Hágase un tiempo para pasar con su hijo donde no imponga demasiadas directivas, donde su hijo lidere el juego", aconseja el Dr. John Bates, que estudia los problemas de conducta de los niños en Indiana University Bloomington. "Los niños llegan a esperarlo y les encanta, y realmente mejora la relación".

Bates también alienta a los padres a enfocarse en las necesidades reales de su hijo en vez de apegarse a cualquier principio específico de crianza.

Nunca es demasiado tarde para comenzar a desarrollar una relación más sana y positiva con su hijo, aunque las cosas se hayan puesto tensas y estresantes. "Es muy importante asegurarse de que su hijo sepa que usted lo ama y está de su lado", dice Metzler. "Para los niños más grandes, hágales saber que usted está verdaderamente comprometido en desarrollar una relación más fuerte con ellos y ayudarlos a ser exitosos".

Siendo un padre sensible y receptivo, usted puede ayudar a poner a sus hijos en un camino positivo, enseñarles a autocontrolarse, reducir la probabilidad de conductas problemáticas, y desarrollar una relación cálida y cariñosa entre padres e hijos.

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