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Los hongos que viven entre nosotros

junio de 2024

Artículo destacado

Los hongos que viven entre nosotros

Reconocer y tratar las infecciones provocadas por los hongos

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Ilustración de un hombre que muestra a un médico una infección provocada por hongos.

Las bacterias y los virus son causas bien conocidas de enfermedades. Pero, ¿sabía que ciertos tipos de hongos también pueden enfermarle? La mayoría de los hongos son inofensivos para las personas. Incluso comemos algunos, como los champiñones. Pero algunos hongos pueden causar problemas en la piel, infecciones pulmonares y otras enfermedades.

Los hongos típicamente viven en el suelo y en las plantas, pero también pueden prosperar en interiores. Pueden flotar en el aire de la misma forma que otros gérmenes.

“Respiramos hongos todos los días”, dice el doctor David Andes, investigador de enfermedades infecciosas de la Universidad de Wisconsin, Madison.

Las enfermedades causadas por los hongos son mucho menos comunes que las causadas por otros gérmenes. Y la mayoría son leves. Los ejemplos incluyen infecciones de la piel, como la tiña y el pie de atleta, pero algunos tipos de infecciones por hongos pueden ser mortales. Los hongos que ingresan a los pulmones, a la sangre o al cerebro son especialmente peligrosos.

Cualquiera puede contraer una infección por hongos. Pero las personas que tienen un sistema inmunológico debilitado tienen un riesgo mucho mayor de sufrir infecciones que podrían volverse graves (consulte la sección destacada “Decisiones inteligentes”).

Diagnosticar una infección por hongos dentro del cuerpo puede resultar complicado. “Muchos síntomas no son específicos de un hongo, de un virus o de una bacteria”, explica Andes. “Por eso puede ser muy difícil diferenciarlos”.

Los síntomas de una infección grave provocada por hongos pueden incluir fiebre, tos, dificultad para respirar, escalofríos, dolor de cabeza, dolor en el pecho y sensación de cansancio extremo.

Si su proveedor de cuidado médico sospecha la existencia de una infección provocada por hongos, es posible que solicite análisis de sangre u orina, o imágenes de los pulmones. “Pero estas pruebas aún pueden no detectar muchas infecciones por hongos”, dice Andes.

Actualmente, existen pocos medicamentos antimicóticos disponibles para tratar infecciones graves. “Y los que están disponibles tienden a tener muchos efectos secundarios”, explica Andes.

Esto se debe a que las células de los hongos son similares en muchos aspectos a las células humanas. “Por eso es muy difícil encontrar un antimicótico que sea capaz de matar al hongo sin dañar también a las células humanas”, dice.

Ciertos investigadores financiados por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés) están trabajando en el desarrollo de nuevos medicamentos antimicóticos que tengan menos efectos secundarios. Muchos tipos de bacterias producen compuestos que matan a los hongos de forma natural.

Andes y su laboratorio han estado probando compuestos elaborados por bacterias que viven en otros animales. Todos los animales tienen bacterias útiles que viven en su interior. Si los compuestos que producen estas bacterias no dañan a los animales en los que viven, pueden ser buenos puntos de partida para crear nuevos medicamentos antimicóticos.

El equipo de Andes encontró recientemente uno de esos compuestos en un animal marino llamado ascidia. Han probado el compuesto, llamado turbinmicina, en células humanas.

“Hasta ahora, hemos descubierto que puede matar muchos hongos contra los que los tratamientos actuales no funcionan. Y no es tóxico para las células humanas”, afirma Andes.

Los investigadores también están utilizando tecnología moderna para comprender cómo funcionan los medicamentos antimicóticos más antiguos, de modo que puedan modificarse para que sean más seguros y eficaces. Por ahora, dadas las limitadas opciones de tratamiento, es mejor detectar y tratar una infección provocada por hongos lo antes posible.

“Si está recibiendo tratamiento contra un virus o una bacteria y no mejora, eso podría indicar que es hora de considerar la posible presencia de los hongos”, dice Andes.

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