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Mareos y problemas de equilibrio en los niños

marzo de 2016

Artículo destacado

Mareos y problemas de equilibrio en los niños

Sensación de estar girando e inestabilidad

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Ilustración de dos niños caminando en una barra de equilibrio.

La mayoría de las personas se sienten mareadas de vez en cuando. Los niños, al igual que los adultos, a veces pueden sentir mareos o inestabilidad. Pero si esa sensación se repite o interfiere con la vida cotidiana, podría ser un signo de un trastorno del equilibrio.

La mayoría de los problemas de equilibrio son temporales y fáciles de tratar. Pero estos problemas también podrían ser un signo de una enfermedad más grave que podría tener un impacto duradero. Aprenda a reconocer los signos de mareos o problemas de equilibrio que podrían requerir una visita al médico.

Los expertos sospechaban desde hacía tiempo que los mareos y los problemas de equilibrio con frecuencia se pasan por alto y no se tratan, pero no entendían por completo el alcance de este problema. Es por ello que los NIH apoyaron la encuesta nacional de mayor alcance hasta la fecha para obtener información sobre esos trastornos en los niños. El estudio incluyó datos sobre casi 11.000 niños de entre 3 y 17 años.

Los investigadores descubrieron que más de 1 de cada 20 niños estadounidenses tenía mareos o un problema de equilibrio, y que solo un tercio de ellos recibió tratamiento el año anterior a la encuesta. "Los hallazgos sugieren que los mareos y los problemas de equilibrio son bastante comunes en los niños", dice el Dr. James F. Battery Jr., pediatra y director del Instituto Nacional de la Sordera y otros Trastornos de la Comunicación (NIDCD por sus siglas en inglés) de los NIH.

Nuestro sentido del equilibrio es un proceso complejo. Se maneja mediante señales entre el cerebro, los oídos, los ojos y sensores en las articulaciones y otras partes del cuerpo. Este intrincado sistema ayuda al cuerpo a monitorear y mantener su posición mientras usted se mueve durante el día, sin tener siquiera que pensar en ello. Pero si cualquiera de estas muchas señales sensoriales falla, su sentido del equilibrio puede debilitarse.

Los trastornos del equilibrio pueden hacerlo tambalear mientras camina. Podría vacilar o caerse cuando trata de ponerse de pie. Las personas afectadas pueden sentir que ellos mismos o el mundo a su alrededor están girando o en movimiento, una enfermedad conocida como vértigo. Otros síntomas pueden incluir visión borrosa, vómitos, diarrea, confusión y ansiedad.

Las causas comunes de los problemas de equilibrio en los niños van desde infecciones de oído, dolores de cabeza fuertes y determinados medicamentos, hasta trastornos neurológicos más graves, lesiones en la cabeza o el cuello y enfermedades genéticas. En muchos casos, los investigadores del estudio descubrieron que no se podía encontrar una causa subyacente.

Los trastornos del equilibrio pueden ser difíciles de reconocer y entender, y especialmente difíciles de diagnosticar en los niños pequeños. Los niños pueden no conocer las palabras correctas para describir sus síntomas, y a veces podrían hablar de una "sensación de estar girando". También pueden decir que les duele la barriga o la cabeza, o que sienten algo raro allí. Puede ser que caminen de manera inestable o que parezcan torpes.

"Los padres que observen mareos y problemas de equilibrio en sus hijos deben consultar a un proveedor de cuidados de la salud para descartar una enfermedad subyacente grave", dice Battery.

Es probable que el pediatra de su hijo le pregunte cuándo aparecieron por primera vez los síntomas, cuánto duran, con qué frecuencia aparecen y qué medicamentos está tomando el niño. Examinará los ojos y los oídos de su hijo y tal vez le haga pruebas de audición y equilibrio. El médico podría derivarlo a un especialista, como un otorrinolaringólogo, médico especializado en el cuidado de oídos, nariz y garganta.

El tratamiento dependerá de la causa subyacente. La buena noticia es que la mayoría de los mareos y problemas de equilibrio en los niños es temporal y tratable. Aun así, es importante consultar a un profesional de la salud si observa cualquier problema.

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