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Prevención de la diabetes

diciembre de 2024

Artículo destacado

Prevención de la diabetes

Los pequeños pasos pueden marcar una gran diferencia

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Ilustración de una clase grupal de zumba

Lo más probable es que usted conoce a alguien que tenga diabetes. Incluso usted mismo podría tener esa afección. La diabetes es uno de los trastornos más comunes en los Estados Unidos. Afecta aproximadamente a 1 de cada 9 estadounidenses. La diabetes aumenta su riesgo de desarrollar graves problemas de salud. Esta enfermedad puede dañar los ojos, los riñones, los nervios y el corazón, y está relacionada con algunos tipos de cáncer.

Si usted supiera que existe una forma barata y científicamente probada de reducir en gran medida su probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2, la más común, ¿lo intentaría?

Hace más de dos décadas, un importante estudio financiado por los Institutos Nacionales de la Salud (NIH, por sus siglas en inglés), denominado Programa de Prevención de la Diabetes (DPP, por sus siglas en inglés), dio a conocer sus resultados. Descubrió que las personas con un riesgo elevado de desarrollar diabetes tenían mucho menos probabilidad de desarrollar la enfermedad si perdían un poco de peso mediante una alimentación sana y actividad física. Su riesgo de tener diabetes se redujo casi en un 60% en comparación con las personas que no se proponían hacer cambios saludables.

En el caso de los mayores de 60 años, los resultados fueron aún más sorprendentes. El riesgo de tener diabetes se redujo en un 71% cuando hicieron cambios saludables. Los beneficios eran tan evidentes que el estudio finalizó un año antes de lo previsto, después de solo tres años. Se alentó a los participantes del grupo de comparación a realizar también los cambios saludables para reducir su riesgo de desarrollar diabetes.

El DPP ha tenido una influencia duradera en el cuidado médico en los Estados Unidos y en todo el mundo. Desde que se publicaron los resultados iniciales, los programas de cambios en el estilo de vida que se basan en estas conclusiones ahora están disponibles en todo el país.

Un estudio de seguimiento de 10 años demostró que las personas del grupo de tratamiento original retrasaron la aparición de la diabetes en alrededor de cuatro años. En un estudio posterior se observaron beneficios incluso 22 años después del inicio del estudio, y las personas del grupo de cambios en el estilo de vida presentaron una reducción del 25% del riesgo de desarrollar diabetes.

“Aunque los tratamientos iniciales solo duraron tres años, los participantes obtuvieron beneficios a largo plazo”, afirma el doctor William Knowler, experto de los NIH en diabetes.

Los investigadores científicos apoyados por los NIH siguen estudiando nuevas y probadas formas de ayudar a las personas a prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes tipo 2. Sin embargo, ya sabemos que tomar medidas para prevenir o controlar la diabetes puede reducir el riesgo de tener problemas de salud relacionados con esa enfermedad.

¿Está usted en riesgo?

La diabetes es una enfermedad que se produce cuando la glucosa en la sangre, también llamada azúcar de la sangre, es demasiado alta. La glucosa es la principal fuente de energía de su cuerpo. Normalmente, una hormona que produce el páncreas llamada insulina ayuda a la glucosa a entrar en las células para que se utilice como energía. Si tiene diabetes, su cuerpo no produce suficiente insulina o no la utiliza correctamente. La glucosa permanece en la sangre y no llega a sus células.

Cualquier persona puede desarrollar la diabetes tipo 2, incluso los niños. Sin embargo, algunos factores pueden aumentar su riesgo. Usted tiene más probabilidad de desarrollar diabetes tipo 2 si tiene al menos 35 años o antecedentes familiares de diabetes. Los estadounidenses de raza negra, los hispanos, los indígenas de las Américas y los asiático-estadounidenses también corren un riesgo mayor.

Las personas con sobrepeso u obesidad y las que no realizan suficiente actividad física también tienen más probabilidad de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, estos factores pueden variar.

Aproximadamente 1 de cada 3 adultos estadounidenses tiene una afección de salud llamada prediabetes. Se produce cuando el nivel de azúcar en su sangre es más alto de lo normal, pero aún no lo suficientemente alto como para denominarse diabetes. La mayoría de las personas con prediabetes no se dan cuenta de que la tienen. Esto se debe a que la prediabetes suele presentar pocos síntomas, y muchas personas no se someten a las pruebas de detección.

“Podemos diagnosticar la prediabetes y la diabetes con un análisis de sangre muy sencillo conocido como hemoglobina A1C. No es necesario ayunar para hacer esta prueba”, indica la doctora Tannaz Moin, doctora e investigadora científica de la diabetes de la Universidad de California en Los Ángeles. La prueba A1C refleja los niveles medios de azúcar en su sangre de los últimos tres meses.

“La prediabetes se considera un factor de riesgo muy importante de la diabetes tipo 2. Sin embargo, no todas las personas con prediabetes desarrollarán la diabetes tipo 2”, agrega Moin. “Por eso es importante hacerse las pruebas y hablar con sus proveedores de atención médica sobre sus factores de riesgo y las cosas que usted puede hacer para prevenir la diabetes tipo 2 si está en riesgo”.

El papel de los medicamentos

Aunque hacer cambios saludables en el estilo de vida ha demostrado su eficacia para prevenir la diabetes, no funciona para todas las personas. Para esas personas, los medicamentos podrían ayudar.

El estudio del DPP de los NIH analizó si la metformina, un medicamento para la diabetes, también podía prevenir o retrasar la aparición de la diabetes. Se descubrió que el fármaco podía reducir el riesgo de tener diabetes aproximadamente en un 30%. Para algunos pacientes, lo mejor podría ser una combinación de metformina y cambios en el estilo de vida.

En los últimos años, se ha generalizado el uso de una clase de medicamentos llamados GLP-1 para el control del peso y para el tratamiento de la diabetes. Estos medicamentos han demostrado su eficacia para reducir el peso y mantener la glucosa bajo control. Algunos estudios apuntan a que también podrían ayudar a prevenir o retrasar la diabetes.

“El peso corporal es un factor importante que determina el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. Así que el potencial es excelente”, afirma Knowler. “Sin embargo, el problema es que, como ocurre con cualquier medicamento nuevo, se necesitan muchos años para saber hasta qué punto son eficaces y seguros. Y un gran problema con cualquier tipo de pérdida de peso es mantenerla, no conseguirla”.

Debido a que los medicamentos GLP-1 todavía son relativamente nuevos, no está del todo claro cómo cambiarán los resultados si las personas dejan de tomarlos. Además, los posibles efectos secundarios de su uso a largo plazo siguen siendo inciertos.

Cambios saludables que duran

“Hacer cambios en el estilo de vida es difícil. Por eso es importante contar con el apoyo necesario para que los cambios sean duraderos”, afirma el doctor Joshua J. Joseph, doctor e investigador científico sobre la diabetes de la Universidad Estatal de Ohio. “Puede conseguir ese apoyo a través de programas como el Programa Nacional de Prevención de la Diabetes (NDPP, por sus siglas en inglés) de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés)”.

El NDPP se basa en los hallazgos del estudio del DPP de los NIH. Su objetivo es ayudar a las personas a realizar cambios a largo plazo en su estilo de vida que prevengan o retrasen la diabetes (consulte la sección “Decisiones inteligentes”).

Los hospitales locales, los departamentos de salud, las bibliotecas, los centros para adultos mayores y las organizaciones religiosas también podrían ofrecer programas o seminarios para ayudar a prevenir la diabetes tipo 2. En cuanto a la actividad física, busque actividades que usted disfrute. Los expertos recomiendan caminar energéticamente como una actividad de bajo costo. Hacer ejercicio con otros puede ser motivador para algunas personas. Considere tomar clases en grupo como zumba o pilates.

“Es importante pensar en la prevención de la diabetes a lo largo de la vida. Por eso es tan importante trabajar con los niños sobre tener una alimentación sana y comportamientos saludables, al igual que con las personas mayores”, explica Joseph. “Si trabajamos a lo largo de toda la vida, podría conducir a grandes reducciones en el desarrollo de la diabetes en los Estados Unidos y en todo el mundo”.

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