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Descubrimientos en ciencia básica

noviembre de 2020

Artículo destacado

Descubrimientos en ciencia básica

Un proceso perfectamente imperfecto

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Ilustración de dos científicos hablando frente a un rompecabezas de un modelo complejo.

¿Alguna vez se ha preguntado por qué la ciencia tarda tanto? Quizás no lo haya pensado mucho. Pero esperar para escuchar más sobre la COVID-19 puede hacer que se sienta frustrado con el proceso.

La ciencia puede ser lenta e impredecible. Cada avance de las investigaciones se basa en descubrimientos pasados, a menudo de formas inesperadas. Puede llevar muchos años acumular suficientes conocimientos básicos para poder aplicar lo que los científicos aprenden a fines de mejorar la salud humana.

“Realmente no se puede entender cómo ocurre una enfermedad si no se comprende cómo funcionan los procesos biológicos básicos en primer lugar”, dice el Dr. Jon Lorsch, director del Instituto Nacional de Ciencias Médicas Generales de los NIH. “Y, por supuesto, si no se comprende cómo funcionan los procesos subyacentes, no se tiene ninguna esperanza de solucionarlos efectivamente y curar esas enfermedades”.

La investigación básica plantea preguntas fundamentales sobre cómo funciona la vida. Los científicos estudian células, genes, proteínas y otros componentes básicos de la vida. Lo que encuentran puede conducir a mejores formas de predecir, prevenir, diagnosticar y tratar enfermedades.

Cómo funciona la investigación básica

Cuando los científicos se interesan en un tema, primero leen estudios previos para averiguar qué es lo que se sabe. Esto les permite averiguar qué preguntas aún deben hacerse.

Utilizando lo que aprenden, los científicos diseñan nuevos experimentos para responder importantes preguntas sin resolver. Recopilan y analizan datos y evalúan lo que podrían significar los hallazgos.

El tipo de experimento depende de la pregunta y del campo de la ciencia. Mucho de lo que sabemos sobre biología básica hasta ahora proviene del estudio de organismos distintos de las personas.

“Si uno quiere profundizar en los intrincados detalles de cómo funcionan las células o cómo las moléculas dentro de las células trabajan juntas para hacer que sucedan los procesos, puede ser muy difícil estudiarlos en humanos”, explica Lorsch. “Pero es posible estudiarlos en una forma de vida menos complicada”.

Estas formas de vida se denominan organismos de investigación. La biología básica de estos organismos puede ser similar a la nuestra y ya se sabe mucho sobre su composición genética. Pueden incluir levadura, moscas de la fruta, gusanos, peces cebra y ratones.

Las computadoras también pueden ayudar a responder preguntas científicas básicas. “Se pueden utilizar las computadoras para buscar patrones y tratar de comprender cómo los diferentes datos que se han recopilado pueden encajar”, dice Lorsch.

Pero los modelos de computadoras tienen límites. A menudo confían en lo que ya se sabe sobre un proceso o una enfermedad. Por eso es importante que los modelos incluyan la información más actualizada. Los científicos suelen tener más confianza en las predicciones cuando diferentes modelos informáticos presentan respuestas similares.

Esto también es válido para otros tipos de estudios. Por lo general, un estudio solamente descubre una pieza de un rompecabezas mucho más grande. Se necesitan muchos datos de muchos científicos diferentes para comenzar a armarlo.

Construyendo juntos

La ciencia es un esfuerzo colectivo. Los investigadores a menudo trabajan juntos y se comunican entre sí con regularidad. Hablan con otros científicos sobre su trabajo, tanto en su laboratorio como en otros ámbitos. Presentan sus hallazgos en conferencias nacionales e internacionales. Relacionarse con sus pares les permite obtener comentarios de otros expertos mientras realizan sus investigaciones.

Una vez que han recopilado suficiente evidencia para respaldar su idea, los investigadores pasan por un proceso de revisión por pares más formal. Escriben un artículo que resume su estudio e intentan publicarlo en una revista científica. Después de enviar su estudio a una revista científica, los editores lo revisan y deciden si lo enviarán a otros científicos para que procedan con la revisión por pares.

“La revisión por pares nos mantiene a todos informados sobre el trabajo de los demás, garantiza que estemos a la vanguardia con nuestras técnicas y mantiene un nivel de integridad y honestidad en la ciencia”, dice la Dra. Windy Boyd, editora científica sénior que supervisa el proceso de revisión por pares en la revista científica de los NIH sobre investigaciones y noticias de salud ambiental.

Diferentes expertos evalúan la calidad de la investigación. Observan los métodos y cómo se recopilaron los resultados.

“Los revisores de las revisiones por pares pueden estar analizando partes ligeramente diferentes del trabajo”, explica Boyd. “Un revisor podría ser un experto en un método específico, mientras que otro podría ser más experto en el tipo de diseño del estudio, y alguien más podría enfocarse más en la enfermedad en sí”.

Los pares encargados de la revisión pueden ver problemas con los experimentos o pensar que se necesitan experimentos diferentes. Pueden ofrecer nuevas formas de interpretar los datos. También pueden rechazar el artículo por mala calidad, falta de nueva información u otras razones. Pero si la investigación pasa este proceso de revisión por pares, el estudio se publica.

El hecho de que se publique un estudio no significa que su interpretación de los datos sea “correcta”. Otros estudios pueden respaldar una hipótesis diferente.

Los científicos trabajan para desarrollar diferentes explicaciones o modelos para los diversos hallazgos. Por lo general, favorecen el modelo que puede explicar la mayor cantidad de datos disponibles.

En algún momento, el peso de la evidencia aportada por diferentes grupos de investigación apunta fuertemente a una respuesta como la más probable”, explica Lorsch. “Se debería poder usar ese modelo para hacer predicciones que sean comprobables, lo que refuerza aún más la probabilidad de que esa respuesta sea la correcta”.

Un proceso en constante cambio

La ciencia siempre es un trabajo en progreso. Se necesitan muchos estudios para descubrir el modelo “más preciso”, lo que no significa que sea el modelo “correcto”.

Es un proceso que está en autocorrección. A veces, los experimentos pueden dar resultados diferentes cuando se repiten. Otras veces, cuando los resultados se combinan con estudios posteriores, el modelo vigente ya no puede explicar todos los datos y debe actualizarse.

“La ciencia está en constante evolución; se están descubriendo nuevas herramientas”, dice Boyd. “Por lo tanto, nuestra comprensión también puede cambiar con el tiempo a medida que usamos estas diferentes herramientas”.

La ciencia mira una pregunta desde muchos ángulos diferentes con muchas técnicas diferentes. Es posible que las historias que vea o lea sobre un nuevo estudio no expliquen cómo encaja en el panorama general.

“Puede parecer, a veces, que los estudios se contradicen entre sí”, explica Boyd. “Pero los estudios podrían tener diferentes diseños y, a menudo, plantear diferentes preguntas”.

Los detalles de cómo los estudios son diferentes no siempre se explican en las historias de los medios. Solo con el tiempo se acumula suficiente evidencia para apuntar hacia una explicación de todos los diferentes hallazgos sobre un tema.

“La versión literaria de la ciencia es que el científico está haciendo algo y ocurre este momento 'eureka' donde todo se revela”, dice Lorsch. “Pero realmente no es así como sucede. Todo se hace de a un incremento por vez”.

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