El sol, ¿puede realmente provocar cáncer y hacer que luzca más viejo?
El sol, ¿puede realmente provocar cáncer y hacer que luzca más viejo?
El sol puede ser divertido, pero también tiene un lado peligroso. Exponerse demasiado al sol puede ser dañino, en especial para la piel. ¡Ya llega el verano, lo que significa idas a la playa, piscina, comidas y otras actividades al aire libre para divertirse y disfrutar del sol! Pero, si bien el sol puede ser divertido, también tiene un lado peligroso. Exponerse demasiado al sol puede ser dañino, en especial para la piel. Años de broncearse al sol o de estar expuesto a la luz del sol durante mucho tiempo puede provocar arrugas, sequedad, manchas por la edad e incluso cáncer.
¿Cómo cambia el sol mi piel?
La exposición al sol provoca la mayoría de los cambios en la piel que creemos son parte normal del envejecimiento. Con el paso del tiempo, la luz ultravioleta (UV) del sol daña las fibras de la piel llamadas elastina. Cuando estas fibras se debilitan, la piel comienza a perder firmeza y elasticidad, y pierde su capacidad de volver al lugar luego de estirarse. También se forman moretones y grietas con más facilidad, y le lleva más tiempo sanar. Por lo tanto, si bien el daño solar en la piel podría no ser visible en la juventud, sin duda se hará notar más adelante.
¿Qué causa el cáncer de piel?
Demasiada radiación UV proveniente del sol o de camas solares puede dañar el material genético (ADN) en las células de la piel. Si con el tiempo se acumula suficiente daño en el ADN, esto puede llevar a un crecimiento descontrolado de células, lo que puede provocar cáncer de piel.
Manténgase seguro bajo el sol
La buena noticia es que puede tomar algunas medidas simples para proteger su cuerpo del daño causado por el sol sin dejar de disfrutar de sus efectos saludables.
- Limite el tiempo de exposición al sol. Está bien salir durante el día, pero trate de evitar estar al sol durante las horas pico, cuando los rayos del sol son más fuertes. Durante el verano, trate de no estar al sol entre las 10 a.m. y las 4 p.m. No se deje engañar por el cielo nublado. Los rayos del sol pueden pasar a través de las nubes. También se puede quemar si está en el agua, por lo que debe tener cuidado cuando está en una piscina, un lago o el océano.
- Utilice protector solar. Busque un protector solar con FPS (factor de protección solar) de 30 o más, y asegúrese de que contenga óxido de zinc. Es mejor elegir protectores solares que digan "amplio espectro" en la etiqueta. Póngase el protector solar entre 15 y 30 minutos antes de salir. El protector solar se debe volver a aplicar al menos cada 2 horas. Debe ponerse protector solar con más frecuencia si está nadando, sudando o si se frota la piel con una toalla.
- Utilice ropa protectora. Un sombrero de ala ancha puede proteger su cuello, orejas, ojos y cabeza. Busque lentes de sol que bloqueen el 99 o 100 por ciento de los rayos solares. Si tiene que estar al sol, vista camisas de manga larga sueltas y livianas, y pantalones o polleras largos.
- Evite broncearse. No utilice lámparas solares o camas de bronceado. Las píldoras bronceadoras no han sido aprobadas por la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA por sus siglas en inglés) y podrían no ser seguras.
Controle su piel con regularidad. Si observa algún cambio que le preocupe, consulte a su médico.
Para más información sobre el sol y el cuidado de la piel, visite:
Centro de Información del Instituto Nacional sobre el Envejecimiento (NIA por sus siglas en inglés)
Instituto Nacional del Cáncer (NCI por sus siglas en inglés).
Artículos de NIH News in Health.