U.S. flag

Un sitio oficial del Gobierno de Estados Unidos

Curar una herida

noviembre de 2023

Artículo destacado

Curar una herida

Ayudar a la piel a arreglarse sola

Image
Ilustración de una persona vendando la mano de una mujer.

Probablemente haya tenido innumerables cortes y rasguños en su vida. Normalmente, cuando sufre una pequeña herida en la piel, el cuerpo puede repararla rápido. Pero, a veces, el proceso de reparación no funciona correctamente. Si esto sucede, incluso un pequeño desgarro en la piel puede tener problemas para sanar. Eso puede provocar dolor y angustia y suponer un riesgo de infecciones peligrosas (o incluso mortales).

Las heridas que no sanan durante tres meses o más se denominan heridas crónicas. El riesgo de sufrir una herida crónica aumenta con la edad. Pero hay maneras en las que usted puede ayudar a su cuerpo a sanar.

Reconstrucción de la piel

Cuando tiene una herida abierta, la sangre puede salir del cuerpo y los gérmenes pueden entrar.

“El objetivo del cuerpo es sellar esa herida lo más rápido posible”, dice la Dra. Maria Morasso, investigadora de Biología de la Piel en los Institutos Nacionales de la Salud (NIH).

Normalmente esto implica una serie ordenada de pasos. Primero, se forma un coágulo sobre la herida para evitar la pérdida de sangre. A continuación, las células del sistema inmunitario se trasladan a la zona. Eliminan las células muertas y dañadas de la herida. Esto deja espacio para células nuevas y sanas. Las células inmunitarias también combaten los gérmenes de la zona, como las bacterias. Este proceso provoca inflamación (calor, hinchazón y enrojecimiento) alrededor de la herida.

Luego, el cuerpo comienza a producir nuevas células para reemplazar el tejido dañado. Finalmente, la piel comienza a sanar y crea una cicatriz. Este proceso se llama remodelación.

Demasiadas cicatrices pueden causar problemas después de que la herida sana. Las cicatrices grandes pueden impedir que los músculos y articulaciones cercanos del cuerpo funcionen correctamente. Los científicos buscan formas de ayudar a minimizar estas cicatrices.

No todos los tejidos del cuerpo cicatrizan, explica la Dra. Kaitlyn Sadtler, que estudia el sistema inmunitario en los NIH. Por ejemplo, el hígado y los tejidos del interior de la boca pueden sanar perfectamente. Su laboratorio y otros actualmente estudian estos tejidos para encontrar formas de lograr que otros órganos vuelvan a crecer mejor.

Obstáculos para la curación

Hay diferentes formas en que el proceso de curación de heridas puede salir mal. Por ejemplo, una inflamación demasiado pequeña o excesiva puede provocar problemas, explica Morasso.

Demasiada inflamación puede dañar el tejido cercano. También puede evitar que las células inmunitarias de una herida funcionen como se supone que deben hacerlo.

Si las células inmunitarias no funcionan correctamente o si hay muy poca inflamación, es posible que no se forme tejido nuevo sobre la herida. Entonces, es posible que el cuerpo no pueda protegerse de los gérmenes. Si los gérmenes entran en una herida, puede aparecer una infección. Las infecciones no tratadas pueden provocar complicaciones graves y poner en peligro la vida.

Las condiciones de salud que interfieren con el flujo sanguíneo alrededor de una herida también pueden afectar el proceso de curación. Estas condiciones incluyen diabetes o problemas vasculares, como las venas varicosas. El tabaquismo, la obesidad y el envejecimiento también pueden hacer que las heridas sanen más lento. La curación lenta puede aumentar el riesgo de desarrollar una herida crónica.

Si tiene diabetes, controlar la glucosa en sangre (o azúcar en sangre) es crucial para la curación, explica el Dr. Geoffrey Gurtner, cirujano especializado en curación de heridas de la Universidad de Arizona. Los niveles altos de glucosa en sangre “empeoran mucho el problema de cicatrización de heridas”, indica.

Las personas con diabetes tienen un alto riesgo de desarrollar heridas crónicas en los pies llamadas úlceras del pie. Por eso, es importante usar zapatos que le queden bien y revisarse los pies con regularidad. Esto es válido para todas las personas con diabetes, independientemente de que el nivel de glucosa en sangre esté bajo control o no, dice Gurtner. Sin embargo, esto es especialmente importante si tiene daños en los nervios de los pies.

A las personas con problemas vasculares se les puede recomendar que usen medias de compresión para ayudar a evitar la formación de pequeñas heridas. Y todos pueden tomar medidas para mantener limpios y sanos los pequeños cortes y raspaduras. Vea el cuadro de Decisiones inteligentes para conocer más sobre el cuidado de las heridas.

Si tiene una herida que no sana, hable con su médico. Es posible que considere eliminar parte del tejido viejo y dañado para comenzar el proceso de curación nuevamente. O es posible que le den vendajes especiales o antibióticos. Algunas personas pueden necesitar cirugía para colocar piel nueva sobre la herida o un tipo especial de yeso.

Pero se necesitan nuevos tratamientos para ayudar a que las heridas crónicas sanen mejor, según Gurtner.

Encontrar nuevos tratamientos

Los investigadores trabajan para desarrollar nuevas formas de tratar las heridas crónicas. Morasso y su equipo están comparando las heridas bucales, que sanan muy rápidamente, con heridas cutáneas normales y con heridas que no cicatrizan.

El estudio reciente de su equipo mostró que las úlceras del pie diabético carecían de dos proteínas que se encuentran en las heridas que sanan normalmente. Debido a que faltaban las proteínas, las células inmunitarias no pudieron penetrar en las heridas.

“Si podemos encontrar proteínas clave, podríamos atacarlas con fármacos para aumentarlas o disminuirlas según sea necesario”, dice Morasso. “Esto podría ayudar a impulsar la curación”.

Sadtler y su laboratorio estudian cómo los biomateriales pueden ayudar a curar heridas. Los biomateriales pueden fabricarse a partir de sustancias que se encuentran en el cuerpo humano o diseñarse sintéticamente. Su equipo está probando si se pueden diseñar biomateriales para liberar diferentes fármacos en diferentes momentos. Estos fármacos atraerían diferentes células inmunitarias a una herida en el orden en que son necesarias para la curación.

“Las células inmunitarias son las defensoras del cuerpo. Pero también son las trabajadoras de la construcción que ayudan a desarrollar nuevos tejidos”, explica Sadtler. “Estamos estudiando cómo podemos utilizarlos para curar heridas y prevenir el tejido cicatricial”.

Los investigadores trabajan en “vendajes inteligentes” que también podrían ayudar a curar las heridas. Estos utilizan funciones como la estimulación eléctrica para estimular la curación de heridas. Los vendajes inteligentes también pueden monitorear las heridas en busca de signos de infección en tiempo real.

Gurtner y otros probaron recientemente vendajes inteligentes en ratones. Descubrieron que las heridas debajo del vendaje sanaban más rápido que las cubiertas con un vendaje normal.

“Creo que veremos este tipo de vendaje en la clínica en un futuro próximo”, afirma Gurtner.

Por ahora, alienta a cualquier persona con una herida que no cicatriza a que, si es posible, le pida a su médico que lo derive a un centro de atención de heridas.

“Existen ahora en la mayoría de las comunidades”, dice. “Tener el tipo de atención coordinada que brindan realmente marca una gran diferencia para ayudar a sanar las heridas”.

Subir